El matrimonio es un pacto socioeconómico.
Lucille Baxter lo supo desde que fue vendida a los doce años para casarse con un hombre que le triplicaba la edad.
Ahora él murió, y Lucille se enfrentará a una vida de viuda, la venta de su hogar, y a un ta...
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"𝚃𝚎𝚗𝚐𝚘 𝚖𝚒 𝚘𝚓𝚘 𝚙𝚞𝚎𝚜𝚝𝚘 𝚎𝚗 𝚝𝚒"
V
"Say Yes To Heaven"
- Wildest Dreams
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—Lamento la interrupción —. Dijo el hombre una vez más, apartándose un poco de la puerta para tenderles la mano. —Mi cochero las apoyará con su problema, pero primero, deben de salir para evitar cualquier posible inconveniente —. Pronunció.
Era muy de noche, en las afueras de Mayfair, no era buena idea confiar en cualquiera, menos si no se le percibe la cara entre la oscuridad. Pero de cierto modo, Lucille no tenía otra opción, y decidió confiar, pero antes que Clarisse. Ella aceptó el gesto del caballero, en dado caso que no fuera de fiar, al menos Clarisse tendría tiempo para correr y escapar. Bajó casi de un salto, con la completa ayuda de el hombre misterioso. Algo en su agarre le dijo a Lucille que no la dejaría caer ni en sueños. Este la dejó en el pavimento unos segundos, sólo para alcanzar la mano hacia Clarisse y ayudarla a bajar de la misma manera.
Y en ese lugar, gracias a la buena iluminación de las lámparas ahí fuera, pudo percibir un poco mejor el rostro del caballero. Mentón afilado, pómulos marcados, cabello negro relativamente largo, y ojos claros. Aunque no podía descifrar con certeza el color. Pero hizo una apuesta interna, con su yo mental, apostaba a que eran azules. El misterioso caballero le regaló una sonrisa cálida a ambas, mientras indicaba con la mano que todos debían de subir a la acera. Sólo estorbarían si se quedaban ahí mismo. Ellas caminaron primero, llegando a la acera antes que el hombre.
—Me disculpo si las he asustado, señoritas. Mi nombre es Thomas, Thomas Fairfax —. Dijo, amablemente, haciendo una venia.
—No se preocupe, señor Fairfax —. Aseguró Lucille. El hombre lucía realmente amable y... debía de admitirlo, aunque la calle estaba relativamente oscura, podía ver que era una persona atractiva.
