Second Chance [Chaggie]

Capítulo 5."Problemas"

Levantarse temprano en las mañanas y hacer actividades en grupo se ha hecho algo rutinario, los meses pasan y el cariño que desarrollé por los chicos es innegable, incluso con Cherry, la cual descubrí que trabajaba para "the frzts", un nombre que ellos mismos se pusieron al ser los primeros tres overlords del infierno.

O eso dicen ellos.

Para ser honestos, de ellos el único que causa problemas es Angel, parece tener algún tipo de obsesión con Husk e incluso fue el que mandó a Cherry en primer lugar.

Siempre manda amenazas para nada sutiles hacia Husk, con sus otros compañeros siguiéndole la corriente... Pero nunca llegan a algo real.

Cobardes.

—-¿Cerveza como siempre?

Ah claro... Y aquí la razón por la que los cobardes no se atreven a acercarse.

—Por favor.

Charlie. La princesa del infierno.

Quizá el demonio de la radio también tenga un poco que ver.

—¿Quieres apurarte? No tengo todo el día —bromeé.

—Solo por ti, voy a tardarme aún más —sonrió con dientes afilados.

El tiempo no dejaba de pasar y Charlie parecía servir la cerveza gota por gota, cumpliendo su palabra.

—No seas hija de puta, sirve la maldita cerveza de una vez —me levanté y traté de quitarle la botella de las manos.

Su risa burlona fue contagiosa y no pude evitar unirme, nuestra relación ha mejorado mucho.

Su semblante enojado a cambiado un poco, sus ojos ya no brillan en un rojo tan intenso y el fuego que siempre se encendía sobre su cabeza desapareció ya hace varios días, aunque cuando te mira parece que te quiere matar, mínimo ahora sabes que solo lo piensa.

La mujer blanquecina dejó el tarro de cerveza sobre la barra y escogió su propia bebida.

—¿Nada nuevo? —preguntó, con su típico tono de voz monótono.

—Mmm... ¿Qué uno de los primeros haya intentado contactar conmigo cuenta?

—Supongo... ¿Quién de los tres? Si es el rompe pelotas de Angel Dust sería mejor avisarle a Husk.

—No no, Carmilla...

—¿Carmilla? ¿En serio?

—¿Sí?

Sacó un cigarrillo del pantalón y lo encendió.

—Te recomiendo que no te le acerques, a esa tipa solo le importa su estatus social y aunque sea de los overlords más viejos todavía controla las redes sociales de aquí —le dió una calada a su cigarrillo—. Me sorprende que alguien más joven y actualizado no la haya destronado.

—¿A sí? ¿Pues cuántos años tiene?

—No lo sé.

—Gracias —contesté con sarcasmo.

—De nada —dijo con media sonrisa.

Su penetrante mirada me puso los pelos de punta, ¿Acaso me quiere matar?

—¿Tengo algo en la cara? —bromeé.

—¿Eres un ángel no?

—Ajá... ¿Por qué?

—¿Los ángeles atacados por otro ángel no pueden regenerarse?

La juzgué con la mirada por unos segundos.