Stalker; Kim Sunoo [Proceso]

《5》Kim Sunwoo and the basement

Kim Sunwoo y el sótano

Sentía frío, soledad y no lograba escuchar ningún ruido, mis ojos estaban cubiertos por algo negro que tenía un parentesco a un paño oscuro. Estaba sentada en una silla, mis manos y tobillos estaban aferrados a está con un cable grueso o eso era lo que podía sentir. Trataba de desamarrar los mismos pero se me era imposible, mientras intentaba tal acto empecé a oír pasos que provenían de al frente para luego escuchar un sonido de llaves hasta que se abrió lo que vendría a ser la puerta frente de mi.
Los pasos eran más notorios y venían a mi dirección, no sabía que hacer estaba asustada e intranquila lo único que se me ocurrió era mantener la calma pero de un momento a otro sentí un escalofrío que vino desde mi abdomen. Era su mano, fría y delicada, subia y bajaba desde mi cintura hasta mis pechos desde ahí me di cuenta que no tenía ninguna prenda de ropa, solamente la ropa interior.

-¡SUELTAME, NO ME TOQUES!- grité mientras me movia impacientemente sobre la silla haciendo que mis muñecas y pies queden lastimados. -¡ESTUPIDO!

-Cariño, no deberías de tratarme así. No he hecho nada malo- dice la voz, en ese momento recordé todo lo ocurrido. Con las fotos, la carta y....Sunoo.
De un momento a otro puede verlo ya que me había sacado la venda de los ojos y ahí estaba el pelirrojo, parado frente a mí, observándome como si fuera un león por cazar a su gacela.

-Su-unoo- tartamude mientras empezaba a llorar mirándolo a sus ojos rasgados. - déjame i-ir, t-te prometo que no le diré nada a nadie y menos a-a la policía.- resbalaban más lágrimas por mis mejillas, mientras miraba con temor al chico de ojos marrones iguales a los de un zorro.

-Bebé, eso sería un gran error de mi parte, dejando libre al amor de mi vida- me dijo dulcemente mientras me acariciaba y limpiaba mi mejilla.

-¡Te lo ruego! Haré cualquier cosa pero déjame ir a mi hogar, con mi hermano y con mi mejor ami...- no logre finalizar mis palabras ya que sentí una gran ardor en mi lado derecho del rostro, me había pegado una cachetada.

-NUNCA VOLVERÁS, MENOS CON CHOI- me gritó mientras agarraba mi cabello y me jalaba la cabeza para atrás mientras seguia llorando. Luego de un momento reaccionó.- Linda, no ne gusta verte llorar. Dejemos esto por hoy - me soltó el pelo para luego ir a buscar una aguja con un liquido extraño adentro mientras se me hacercaba con una sonrisa maliciosa.

-Sun-noo, ¿Qué haces?- me había empezado a asustar y comencé a mover de un lado para el otro tratando de buscar una salida a lo imposible.

-Danyi, sentirás un pequeño pinchazo en el cuello- me dijo mientras reía y se acercaba- no te muevas o será más doloroso para ti- antes de inyectarme el líquido me empezó a besar el sector del cuello e hizo que se me pusiera la piel de gallina.- Te amo- me dijo para luego dormirme con la misma aguja.

Danyi. Danyi.

Era lo único que sonaba en mi cabeza. Hoy era un día super frío y fresco con un poco de llovizna y viento. Estos días son geniales, pensé en mi interior. Pero había algo que me estaba poniendo inquieto, era Danyi, no vino a la escuela durante dos días y ya era jueves lo cual me generó mucha intriga al saber que estaba pasando con la chica ya que tampoco me respondía mis mensajes, por eso pensé ir luego de la jornada estudiantil caminando hasta su casa, pero alguien me interrumpió mis planes.