1 - Celos

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JESICA

Mi nombre es Jesica, hace no mucho terminé de estudiar la licenciatura en Relaciones Públicas y Organización de Eventos, uno de mis profesores me abrió la puerta en la organización de conciertos y era bueno, sobre todo el ver a tantos fans disfrutar de sus artistas favoritos, sin embargo, era demasiado estrés porque tenía que encargarme de absolutamente todo, en especial de la seguridad de artistas y asistentes, así que terminé dejando ese trabajo porque sentía que no era para mí.

Realmente había otra cosa que me gustaba mucho más y eso era bailar, pero no un baile tradicional o algún baile de moda, no, mi pasión era el pole dance, subirme a un tubo y sentirme la mujer más sensual, mientras daba un espectáculo a otros y me admiraban por mi gran talento.

Otra cosa que me fascinaba era la idea de que todos me vieran, que se dieran cuenta que había sensualidad en un cuerpo que no entra en los estándares Coreanos, no soy delgada como ellos ya que soy latina, mis curvas son muy pronunciadas, tengo grandes caderas y grandes senos a diferencia de todas las mujeres que ahora me rodean, la verdad no me disgusta para nada la forma de mi cuerpo, lo amo y aunque muchos digan que no soy linda y atractiva como las coreanas, el dinero que gano día a día por los bailes privados que doy en el antro en el que trabajo, dice todo lo contrario.

Cuando comencé a trabajar en este lugar daba show para todas las personas, me costó mucho de hacerme de clientes frecuentes, sin embargo, logré ser la bailarina que todo mundo solicitaba, hombres y mujeres iban en busca de mi talento.

Muchas veces me han ofrecido ser algo más que una bailarina, pero el tema de ser dama de compañía o algo más no va conmigo, yo sólo bailo y disfruto de ser la favorita de todos.

Durante meses me fue de maravilla, hasta el día que un idiota llegó a quitarme a prácticamente todos mis clientes recurrentes, era un hombre delgado, alto y por qué no decirlo, sumamente sensual, bailaba como un ángel, pero no por eso dejaba de ser fastidioso para mí.

Nunca dejaba ver su rostro completo, siempre llevaba antifaces, máscaras o sombreros que sólo dejaban a la vista sus labios, los cuales me recordaban a alguien, pero no conocía a mucha gente aquí, así que no era probable, aunque sus movimientos también me parecían conocidos.

Nunca dejaba ver su rostro completo, siempre llevaba antifaces, máscaras o sombreros que sólo dejaban a la vista sus labios, los cuales me recordaban a alguien, pero no conocía a mucha gente aquí, así que no era probable, aunque sus movimientos ta...

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La doble vida de un Idol (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora