Epílogo

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JIMIN

Nunca había imaginado o fantaseado con la idea de casarme, tener hijos o al menos con tener una relación sentimental, y menos luego de haberme convertido en idol porque el acoso, el odio, la poca privacidad, los prejuicios y demás, estaban a la orden del día, así que era prácticamente imposible que pudiera pensar en hacer una vida con alguien o siquiera que pudiera darme la oportunidad de enamorarme.

Pero por fortuna pasó, por supuesto que no fue sencillo, varias veces estuve a punto de arruinar las cosas con la mujer de la que me enamoré, pero agradecía que nuestro amor fuera mayor que cualquier complicación que pudimos encontrar en el proceso.

Luego de nuestra boda me dediqué a cuidar a Jesica, ella merecía que cada día lo dedicará a ella, algunas veces era desesperante verla sufrir a causa de las náuseas, los mareos, el cansancio o, cuando el embarazo estaba un poco más avanzado, por no poder dormir bien debido a que nuestra preciosa princesa no dejaba de patear, pero siempre intentaba ayudarla en todo para que la vida fuera mucho más sencilla para ella.

Unos meses después, nació nuestra pequeña Dal-Mi, quien sólo llegó a confirmarnos lo bien que habíamos hecho en casarnos y poder formar una familia, ella, junto con mi preciosa esposa llegaron a mi vida para enseñarme lo que era amar incondicionalmente y querer proteger a alguien con mi vida de ser necesario.

Me tomé unos meses de descanso para cuidar a mis dos mujeres y para poder ayudar a Jesica en todo, así que los primeros meses de vida de nuestra princesa fueron más que espectaculares, aunque también nos llenaba de nostalgia al verla crecer tan rápido, pero así era la vida.

Respecto a nuestra vida de casados, Jesica y yo discutíamos algunas veces porque los dos teníamos temperamentos explosivos, pero todo se arreglaba hablando y respetando los tiempos del otro para querer solucionar las cosas y eso nos ayudaba mucho, además de claro, todo el amor que nos teníamos.

Unos meses más tarde, me encuentro con una pequeña aferrada a mí, porque no quiere que la dejemos en casa de los abuelos, pero mis padres nos habían convencido de que necesitábamos descansar y que ellos cuidarían a Dal-Mi para que pudiéramos hacerlo, aunque nuestra pequeña no pensaba igual.

Tuvimos que esperar a que se quedara dormida para poder irnos y aunque nos sentíamos un poco culpables por hacerle eso a nuestra pequeña, definitivamente era necesario, la amamos con locura, pero necesitábamos un momento para nosotros dos

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Tuvimos que esperar a que se quedara dormida para poder irnos y aunque nos sentíamos un poco culpables por hacerle eso a nuestra pequeña, definitivamente era necesario, la amamos con locura, pero necesitábamos un momento para nosotros dos.

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Jesica creía que en verdad regresaríamos a dormir a casa, pero yo tenía otros planes, algo anhelaba desde que conocí a mi ahora esposa, así que sin decirle nada la llevé al lugar donde nos conocimos.

Había convencido a mi amigo de no abrir en un buen rato el lugar, pues quería disfrutar con mi esposa de un momento tranquilo, agradable y muy sensual, así que aunque estuviéramos encerrados en una de las salas de baile, queríamos estar solos, sin nadie que pudiera escucharnos.

Js: eres un descarado, este lugar nos trajo muchos problemas y todavía nos traes hasta aquí - comenzó a reírse.

Jm: te veo quejándote, pero no sufriendo - me burlé y la llevé de la mano hasta sentarnos en uno de los sillones - ¿recuerdas el baile que me diste en este lugar? - pregunté.

Js: claro, estaba enojada contigo por humillarme, pero también lo disfruté mucho, ¿por qué lo preguntas? - me miró con curiosidad.

Jm: porque quiero recordarte lo que te conté hace un tiempo de la fantasía que tuve donde me hacías un oral justo ahí - señalé el otro extremo del sillón.

Js: sigo sin poder creer que tu mente maquinara algo así - me miró divertida.

Jm: no me culpes después de ese baile y la forma en que pasaste tu cara por mi entrepierna - lamí mis labios con descaro al recordarlo.

Js: ya que estamos aquí podemos repetirlo y puedo hacer las cosas tal como te las imaginaste - me dijo mientras se sentaba en mi regazo.

Jm: me gusta la idea, pero como hace no mucho diste a luz, me da miedo que te vayas a lastimar o te hagas daño al repetir el baile, así que cariño, esta vez la que va a recibir el beneficio serás tú - besé su cuello.

Js: ¡qué considerado! Esa idea me gusta, así que aceptaré, pero algún día tenemos que hacerlo como tú quieras.

La ayudé a bajar de mí, no sin antes besarnos con desespero y antes de que las ganas fueran más y cambiaran los planes, me alejé para poner la música, la misma canción que ella me había bailado a mí.

En cuanto la música comenzó me acerqué a donde ella se encontraba con una gran sonrisa y comencé con movimientos lentos frente a ella, la ayudé a ponerse de pie y bailaba alrededor de ella hasta que llegó el momento de combinar mi baile con un extra que a ella le sorprendió.

Comencé a quitarle la ropa sin dejar de restregarme sensualmente contra ella, era mi mejor arma y definitivamente le sacaría provecho a la sensualidad que sabía que a ella la volvía loca.

Una vez que estuvo completamente desnuda y justo en el momento exacto en el que la canción hablaba de estar de rodillas me arrodillé frente a ella y la tomé por las caderas para acercarla a mí.

Dejé algunos besos en sus piernas, en su abdomen y por qué no, en su monte de Venus, haciendo que de manera muy oportuna gimiera mi nombre, al ritmo de la canción y no me sorprendió porque ella conocía esa canción tan bien como yo, así que tenía puntos a su favor esa noche por seguir mi ritmo.

Me levanté y la llevé a sentarse otra vez, abriendo un poco sus piernas para dejarla expuesta a mí y volví a ponerme de rodillas y justo como ella hizo un tiempo atrás, yo hice lo mismo de pasar mi rostro entre sus piernas, aunque la diferencia fue que yo pasé mi lengua por toda su intimidad haciendo que me sujetara del cabello, pero tomé sus manos para apartarlas de mi cabeza y las puse sobre la suya, acorralándola como ella hizo conmigo.

Me pegué a su cuerpo para que sintiera mi erección contra ella y juro que nunca me había estorbado tanto la ropa como en ese preciso instante, pero tuve que concentrarme, simulé unas cuantas embestidas y luego me alejé antes de arruinar la coreografía que había ensayado una y otra vez para que cuando llegara ese momento todo saliera perfecto.

La canción terminó, pero tenía toda una lista de reproducción preparada sólo para esa noche, así que por unos minutos no dejé de bailar, mientras la veía a ella desesperada porque me acercara de nuevo y hacer algo más que recibir un baile.

Cuando terminé de bailar, me acerqué a ella como un león que estaba por cazar, la besé, la acaricié y la hice gemir como nunca antes, y ella hacía lo mismo conmigo, seguíamos jugando con nuestro autocontrol hasta que ninguno pudimos más, con desesperación quitábamos mi ropa y quedamos desnudos disponibles uno para el otro.

Jm: mi amor, prepárate, porque hoy no vamos a descansar - le dije con una voz tan grave que ni yo me reconocí.

Js: no quiero que descansemos amor, así que disfrutemos cada segundo.

Jm: así será mi vida - la tomé por la cintura y la besé como un loco desesperado.

Lo que inició como una fantasía derivada de un baile, terminó en una tarde llena de sexo y descontrol, que no fue la única que se nos dio, porque en cada oportunidad que teníamos regresábamos a revivir ese momento...

🍃🌼🍃

¿Creyeron que el capítulo anterior era el final?

Pues ¡sorpresa!, porque no lo era jejeje

Ahora sí me voy🤭

La doble vida de un Idol (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora