"Eren Jaeger, el codiciado heredero de Red Swan nos habla de su próximo proyecto fuera de la industria de la moda"
Sus ojos seguían divagando en la revista.
Heredero de Red Swan.
Por su puesto que conocía la reconocida marca de modas, admiraba cada uno de los diseños que veía en sus famosas pasarelas. Su mayor sueño mientras solía estudiar diseño de modas fue tener tanto éxito como para que sus diseños sean presentados al estilo de Red Swan, elegantes e excepcionales.
Mientras más leía el artículo cada vez varios hilos se iban conectando. Obviamente un hombre como Eren Jaeger haría lo que fuera para mantener un aspecto de su vida tan privado fuera del ojo público. Por eso mismo tanto secretismo y condiciones.
Nunca pensó que se involucraría de cierta manera con la casa de modas, mucho menos con uno de los herederos. Todo fue obra de la suerte y conveniencia.
Mikasa se recostó en su cama, suspiró y llevó sus manos a su vientre. Hace algunas horas había dejado el hospital con el pretexto de volver a su trabajo. Levi tampoco preguntó mucho, los dos eran así, de no indagar tanto. Mikasa ni siquiera le había pedido a él que le contara a detalle cómo vivió su accidente.
—Así que tú también eres un heredero. —Dijo mientras acariciaba de nueva cuenta su vientre.
Trató de dormir un poco, pero la curiosidad en su mente no la dejaba. Poco ayudó que su amiga, Sasha, la llamara.
No fueron muchas palabras, fue una petición para reunirse mañana por la tarde para ir a un restaurante. La palabra "petición" era un decir, fue más bien un aviso.
Claramente el tono de voz de la fémina no fue amable, y claro que lo entendía; Mikasa no la había contactado desde que quedó embarazada. Ni una llamada y ni un mensaje.
A la mañana siguiente su rutina fue la misma. Despertaba, vomitaba, tomaba una ducha desayunaba, vomitaba, comía algo más y solo por esta vez se arregló para salir.
Con el tiempo se iba a cansar de hacer lo mismo de siempre, por lo que esta vez aprovecharía y compraría algunas cosas para entretenerse. Por un momento pensó si debería renovar su ropa, pero lo descartó, dentro de poco su cuerpo cambiaría, entonces las prendas que comprara ya no le quedarían igual.
Su chofer era agradable, primero fue algo reservado pero con el paso de las horas los dos tomaron cierta confianza entre ellos.
A diez minutos de dar las cinco en punto había llegado al café que habían acordado.
—¿Está segura que es aquí, señorita? —preguntó el hombre con incertidumbre.
Era una zona algo cercana a donde antes vivía. Por supuesto que no era un lugar seguro. Pero podría jurar que hacían una mejor sopa que cualquier restaurante caro de Stohess.
—Si, aquí es.
—¿No quiere que la acompañe?
—No, mejor quédese aquí... —el hombre asintió algo inseguro. —Ah... y no miré a nadie a los ojos o muestre inseguridad, eso va a delatar de más que no es de aquí.
Tragó saliva. —Seguro...
Una vez entró al local una corriente de nostalgia la alcanzó, este era el lugar donde su madre trabajó por un tiempo.
Se sentó en la misma mesa de siempre, sonrió a la camarera de turno y ordenó de una vez para ella y para Sasha. Quince minutos después de la hora acordada la castaña entró al lugar, con el rostro sudado, el cabello desordenado y la ropa algo sucia.
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Alquiler
FanfictionEren Jaeger deseaba solo una cosa en ese momento, un heredero de su sangre el cual le aseguraría la propiedad más preciada de su padre. Pensó que su descicion sería la más fácil y apropiada. -Quiero un vientre de alquiler -le comentó a su amigo...