Latido

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El trayecto camino al hospital no fue emocionante, fue tranquilo y silencioso. De vez en cuando el conductor pecoso de Eren le dedicaba algunas miradas curiosas.

Mikasa solo podría apartar la mirada e ignorar los ojos del otro. Por su parte, su empleador parecía sumido en sus propios asuntos, en ocasiones lo veía mensajearse, y vaya que lo hacía ya que cada dos segundos le llegaban cinco mensajes nuevos, ¿Una pretendiente quizás? pero eso no era asunto suyo.

Antes de bajarse del auto Eren le dio una gorra y unos lentes, a su vez él también los vistió.

—Perdón, pero prefiero que nadie nos vea, ¿Te incomoda? —Si no supiera quién exactamente era él, probablemente sí, de igual manera, ella aceptaría.

Tal vez era sospechoso, pero para la situación del padre, era lo mejor.

Eren tomó la muñeca de Mikasa mientras le indicaba al chofer esperar hasta que salieran. Guió con discreción a la joven hasta la recepción, donde la secretaria en turno les indicó su consultorio.

Subieron unos dos pisos. Mentalmente agradece que Eren eligiera ese hospital, sería un desastre si de pura casualidad iban al hospital donde se encontraba Levi.

Llegaron al consultorio donde ya los esperaba una doctora. El hombre no pudo evitar sorprenderse.

—Creo que nos equivocamos de consultorio. —Mencionó una vez vio a la mujer en bata.

—Señor Jaeger, no es ninguna equivocación.

—Estoy esperando a mi doctor de siempre.

—El señor Arlert dejó indicaciones para que yo me encargara de su embarazo. —Le explicó la mujer. —Mucho gusto, mi nombre es Rico Brzenska y seré la obstetra desde hoy.

—Claro, Arlert lo hizo. —Respondió con calma.

«Vaya que dejaste todo ordenado, amigo» Pensó. De inmediato se sentó junto a Mikasa frente al escritorio de la mujer.

—Y bien, Mikasa. ¿Cómo te ha estado yendo estas últimas semanas?

—Normal, eso creo.

—¿Mareos y náuseas?

—Las tengo.

—¿Te has sentido más cansada de lo normal?

Se la había pasado casi toda su vida cansada por el trabajo, ¿Qué es lo que se suponía que debía de responder?

—¿Si? —La contraria rió.

—Si, eso es lo que se supone. ¿Te ha cuidado bien? —esta vez cambió su mirada hacia Eren.

—Nosotros... —Respondieron los dos al unísono. Se miraron por un segundo sin saber qué decir.

—Si, lo ha hecho. —Mikasa habló, quería evitar una conversación profunda, solo quería ir al punto de esa consulta y ya.

—Cómo debe de ser.

Los dos rieron nerviosamente. Sin duda Eren hablaría con Armin en cuanto tuviera tiempo sobre su nueva elección de médico.

—Antes de venir ella sufrió un desmayo, ¿Cree que la pueda revisar? dijo que todo está bien, pero me preocupa que haya pasado algo grave.

Rico se tragó su risa. Bien, para ella así se debía de ver un padre primerizo.

—Claro, empezaremos pesando a Mikasa y posteriormente checar que tan bien está el bebé.

El castaño asintió. Por su parte solo podía observar como Mikasa se dejaba hacer sin poner algún pero.

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⏰ Última actualización: Aug 12 ⏰

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