Han pasado varios años desde aquel trágico accidente en el que presenció la impactante masacre. En ese lapso, algo ha cambiado en él: desconoce el paradero de su hermana y amigos, las razones que llevaron a sus compañeros a cometer el atroz acto, y...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Hora: 7:00 Am.
Narrador pov:
Nos sumergimos en el enigma que rodea la familia Elliott, integrada por James Elliott, Louisa Elliott, Tessa Elliott y Carlos Elliott.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
A simple vista, la familia Elliot parecía ser el modelo de perfección, pero tras las apariencias se escondía una realidad desgarradora: James y Louisa Elliott sometían a Tessa y Carlos a un maltrato implacable cuando no cumplían con sus expectativas. Los abusos tenían su origen en la fascinación de los jóvenes por los Worker Drones, a quienes adoptaban, reparaban y creaban lazos de amistad, especialmente con los modelos N, J y V. Sin embargo, para sus padres, esos robots eran solo objetos, herramientas o incluso esclavos.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Los castigos impuestos por James y Louisa eran atroces, especialmente para Tessa, quien sufría confinamientos, privaciones y hasta llegaba a deshacerse de un Worker Drone arrojándolo a la basura. Por otro lado, Carlos recibía poca atención y ocasionalmente era castigado con golpes por su padre, lo que le hacía sentirse excluido en la familia. Los padres se concentraban únicamente en su hija, considerándola la que tenía el potencial de alcanzar el futuro deseado, por lo que castigaban a Tessa severamente para evitar que viera a los Worker Drones como seres vivos, protegiendo así el honor de la familia Elliot.
