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La noche prometía ser emocionante

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La noche prometía ser emocionante. Habíamos tenido una semana intensa, con partidos, entrenamientos y todo lo que implica ser parte del Real Madrid. Así que cuando Jude me dijo que algunos de los chicos iban a salir de fiesta para desestresarse un poco, supe que quería unirme. Era una oportunidad para relajarse y pasar un buen rato con amigos, lejos del campo y del trabajo. Además, Jude siempre sabía dónde encontrar las mejores fiestas.

Pensé que sería una buena idea pedirle a Jude que viniera a mi casa antes de la fiesta para ir juntos. Me parecía más divertido llegar con él, así podríamos charlar un poco. Así que tomé mi teléfono y le envié un mensaje.

Hola, Jude¿Te apetece venir a mi casa antes de la fiesta? Así vamos juntosQué dices?

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Hola, Jude
¿Te apetece venir a mi casa antes de la fiesta?
Así vamos juntos
Qué dices?

Claro
A qué hora quieres que vaya?

Vente cuando quieras
Fuet y yo te esperamos
;)

Me alegré de que pudiera venir, porque siempre era divertido estar con él

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Me alegré de que pudiera venir, porque siempre era divertido estar con él. Tenía una forma de hacer que incluso las cosas más sencillas fueran emocionantes, y sabía que la noche sería especial con él y el resto de los chicos.

Pasé el resto de la tarde eligiendo qué ponerme para la fiesta.Me aseguré de que todo estuviera en orden en casa y esperé a que llegara Jude.

Cuando el timbre sonó, supe que era él. Abrí la puerta y ahí estaba, con una sonrisa amplia y esa energía que siempre parecía traer consigo. Llevaba un atuendo casual pero elegante, algo que reflejaba perfectamente su estilo relajado pero carismático.

—¡Hola, Carla! —dijo con entusiasmo—. ¿Lista para la fiesta?

—¡Sí! —respondí, sonriendo—. Me alegra que pudieras venir antes. Así podemos ir juntos.

Lo invité a entrar y pasamos un rato charlando mientras yo terminaba de arreglarme. Jude me contó sobre el partido y cómo algunos de los chicos estaban emocionados por salir esa noche. Me hizo reír con algunas historias graciosas de los entrenamientos, y pronto la conversación se volvió relajada y divertida.

—¿Dónde es la fiesta? —pregunté, mientras buscaba mis llaves—. ¿Sabes si ya están todos allí?

—Sí, algunos ya están en camino —respondió Jude—. Pero no te preocupes, no llegaremos tarde. Además, siempre es mejor llegar juntos, ¿no?

Asentí, contenta de tener a Jude para acompañarme. Siempre era bueno tener a alguien en quien confiar cuando salías de fiesta, y Jude era esa persona para mí. Sabía que la noche sería emocionante, pero lo más importante era disfrutarla con buenos amigos.

Cuando finalmente estuvimos listos para salir, miré a Jude y sonreí. Era bueno saber que estaría a mi lado durante la noche, y estaba emocionada por lo que vendría. Sabía que el trabajo y el fútbol eran importantes, pero momentos como estos, con amigos y buena compañía, eran lo que realmente hacía que todo valiera la pena. No podía esperar para ver cómo se desarrollaría la noche, pero estaba segura de que sería memorable.

Salimos de mi casa y tomamos un taxi hacia el club donde nos reuniríamos con los demás. La noche en Madrid era vibrante, con luces que parpadeaban y la ciudad llena de energía. En el taxi, Jude y yo continuamos conversando y riendo.

—¿Sabes quién está ya allí?-le pregunté mientras el taxi avanzaba por las calles concurridas.

—Sí, Vinicius, Rodrygo, Camavinga, y algunos más del equipo-respondió Jude—. También creo que algunos de los chicos de la plantilla de redes sociales están alli.

Me sentí aliviada de escuchar eso. Siempre era bueno tener caras conocidas alrededor, y además, me gustaba el grupo de redes sociales; eran como una pequeña familia dentro del gran mundo del Real Madrid.

Llegamos al club y la atmósfera era electrizante. La música se escuchaba desde la calle y la cola para entrar era larga, pero Jude, con su usual confianza, nos llevó directamente a la entrada. El portero nos reconoció y nos dejó pasar sin problemas, lo cual me recordó una vez más los beneficios de estar con alguien tan conocido.

Dentro, las luces estroboscópicas y la música alta creaban un ambiente lleno de vida. Pudimos ver a algunos de nuestros amigos ya en la pista de baile, y otros charlando en las mesas alrededor. Jude me tomó de la mano y me llevó hacia el grupo.

—¡Carla! -gritó Vinicius por encima de la música, con una gran sonrisa. —Qué bien que hayas venido!

Nos unimos al grupo y rápidamente comenzamos a bailar y disfrutar de la noche. La música era contagiosa y pronto me encontré completamente inmersa en el ritmo, olvidando por completo las preocupaciones del día. Jude estaba a mi lado, su risa y su energía eran contagiosas, y me di cuenta de lo agradecida que estaba por tener amigos como él.

Después de un rato de bailar, decidimos tomar un descanso y nos dirigimos a una de las mesas para pedir algo de beber. Jude me trajo un cóctel colorido y se sentó a mi lado, todavía con esa chispa en sus ojos.

—¿Te estás divirtiendo? —me preguntó, acercándose para que pudiera escucharle.

—¡Mucho! —respondí, con una sonrisa—. Gracias por traerme. Esto es justo lo que necesitaba.

—Sabía que lo disfrutarías. —dijo, tomando un sorbo de su bebida—. Es bueno desconectar de vez en cuando, ¿verdad?

Asentí, agradecida por este momento de relajación. Charlamos sobre todo y nada, riendo y disfrutando de la compañía. El tiempo pasó rápidamente y antes de darnos cuenta, la noche había avanzado.

Alrededor de las 2 de la mañana, decidimos que era hora de irnos. Habíamos tenido una noche increíble, pero ambos sabíamos que necesitábamos descansar. Jude llamó a un taxi y nos despedimos de los demás, prometiendo repetir la experiencia pronto.

De camino a mi casa, en el taxi, me recosté en el asiento y miré a Jude, que también parecía contento pero cansado.

—Gracias por todo, Jude. —dije suavemente—. Esta noche fue genial.

—Gracias a ti por venir. —respondió él, sonriendo—. Me alegra que te hayas divertido.

Llegamos a mi casa y Jude insistió en acompañarme hasta la puerta. Nos despedimos con un abrazo, lleno de esa calidez y conexión que habíamos estado sintiendo últimamente. Mientras subía las escaleras hacia mi apartamento, no podía dejar de pensar en lo mucho que Jude significaba para mí, y lo afortunada que me sentía de tenerlo como amigo.

Me metí en la cama, agotada pero feliz, y me quedé dormida rápidamente, con una sonrisa en el rostro y los recuerdos de una noche perfecta en mi mente

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⏰ Última actualización: Jun 13, 2024 ⏰

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