¡Bebé en camino! [ BakuTodo ]

4.

Una noche tranquila envuelve la casa de Shoto y Katsuki mientras duermen plácidamente en su cama. Sin embargo, el sueño de Katsuki está a punto de dar un giro hilarante y confuso.

En su sueño, Katsuki se encuentra en una habitación de hospital, rodeado por el sonido de monitores cardíacos y el aroma a desinfectante. De repente, escucha la voz de Shoto, angustiada y entrecortada, llamándolo desde otra habitación.

― ¡Katsuki! ¡Necesito ayuda! ¡Es el momento! ―

Sin pensarlo dos veces, Katsuki salta de la cama, con el corazón latiendo con fuerza y el sudor perlado en su frente. Sus ojos se abren con determinación mientras corre hacia la supuesta sala de parto, preparado para enfrentar lo que sea necesario para ayudar a su omega.

Abre la puerta con un golpe y se adentra en la habitación, solo para encontrarse con la sorpresa más desconcertante de todas: Shoto está de pie frente a él, mirándolo con confusión.

― ¿Katsuki? ¿Qué estás haciendo? ¿Por qué estás tan alterado? ― pregunta Shoto, sin comprender la situación.

Katsuki se detiene en seco, con los ojos aún dilatados por la adrenalina del sueño. Parpadea varias veces, intentando procesar la realidad de lo que está viendo.

― ¡Carajo! ¡Estás aquí! ¡Pensé que estabas... en trabajo de parto! ― balbucea Katsuki, con la confusión evidente en su voz.

Shoto frunce el ceño, sin entender lo que está pasando. ― ¿Trabajo de parto? ¿De qué estás hablando? Acabo de levantarme para ir al baño. ―

La comprensión finalmente llega a Katsuki, y se siente completamente avergonzado por su reacción exagerada. ― Oh, uh, solo estaba... soñando, maldita sea. Parecía tan real. ―

Shoto no puede contener una risita ante la situación absurda. ― Bueno, parece que tu subconsciente tiene una imaginación muy activa, Katsuki. Pero ahora que estás despierto, ¿por qué no vuelves a la cama y descansas? ―

Katsuki asiente, sintiéndose aliviado de que todo haya sido solo un sueño. Se desliza de vuelta bajo las sábanas y se acurruca junto a Shoto, prometiéndose a sí mismo no dejar que sus sueños lo engañen de nuevo.