¿Te casarías conmigo? ~kookmin(m-preng)

parte✿3

— Mamá ¿Qué es todo esto? —Jungkook preguntó girándose hacia la mayor.

— Una pequeña fiesta de bienvenida —comento sonriente— Es una sorpresa.

— ¿Estás de acuerdo? —preguntó girándose hacia el castaño.

Y aunque quería responder que prefería ir a un hotel y quedarse hasta ahí, no podía negarse ante su falsa suegra— Por mi esta bien —asintió— Saludemos ya que todos están aquí ¿No crees?

Jungkook pareció pensarlo un poco y termino por suspirar.

— Bien, solo unos minutos —accedió.

— Bien hecho, Jiminie —Jieun brincó— Entonces entremos, luego acomodamos el equipaje en la habitación.

¿Jiminie? Desde hace mucho alguien no le decía un apodo tan cariñoso como ese, por eso quedo de pie en su sitio, mientras todos ingresaban a la casa. Escuchaba el bullicio de la gente a lo lejos y eso lo hizo reaccionar, se quito las gafas, el saco de su traje y quedo más liviano, tomo aire y se dirigió a las escaleras para ingresar a la casa.

Algunas personas rodeaban a Jungkook y este saludaba animadamente.

Nunca había visto a su asistente tan alegre y de alguna manera se sentía mal, pues los 5 años que llevaba trabajando con el pelinegro, siempre había sido demasiado formal y aunque ahora lo contradecía, le llevaba la contraría y era sarcástico, no dejaba de ser un buen trabajador.

— Hey, Jimin —la señora Jeon le llamo— Ven a conocer a todos.

Y estuvo saludando a tantas personas y los nombres ya empezaban a marearlo un poco, aun no se acercaba a su falso novio y necesitaban crear una historia sobre su amor, para no dar versiones diferentes ante los invitados.

Lo buscaba con la mirada, pero no lograba ubicarlo, luego al mirar hacia la salida de la casa, se encontraba Jungkook, conversando tranquilamente con una rubia; sonriente, una sonrisa diferente.

— ¿Tú eres Jimin?

— Ah si —se giró de inmediato, dándole la espalda a la pareja— ¿Usted es?

— Jeon Jin Goo —menciono extendiendo su mano— El papá de Jungkook.

Y se sorprendió ante lo bien conservado que se encontraba el señor Jeon, estrecho la mano con su falso suegro e hizo una reverencia— Mucho gusto, señor Jeon —respondió enderezando su cuerpo— Park Jimin, soy el novio de Jungkook.

— Eso me ha dicho mi esposa, me sorprende que el jefe que tanto odia y le niega sus vacaciones este aquí ahora como su pareja —comento soltando la mano del castaño— No logro entender eso.

— Y-Yo... —murmuro sin saber que responder.

Porque era cierto, le había negado infinitas veces las vacaciones a su asistente e incluso, le hacía trabajar los fines de semana y festivos, era un ogro total como jefe, debía aceptarlo.

— No tienes que disculparte —el mayor negó— Haces tu trabajo y mi hijo debería entender que su lugar no es allá en una firma de abogados, sino aquí con su familia.

— Jungkook es un trabajador ejemplar —asintió en defensa del pelinegro— Es responsable, puntual y será un grandios abogado —aseguró convencida— Sería increíble que usted como padre pudiera creer en el sueño de su único hijo y apoyarlo.

— ¿No crees que estas siendo muy altanero?

— No puedo evitarlo señor —sonrió— Soy un abogado después de todo, mi trabajo es defender y eso hago, defiendo a mi novio, si me disculpa.