Su padre se encontraba regando las plantas del jardín y dudaba en acercarse al mayor, pues no tenía siquiera que mencionarlo, la relación que tenía con Jeon JongSuk no era la mejor.
— ¿Tienes algo qué decir? —el mayor habló sin girarse.
— ¿Como sabías que estaba aquí? —preguntó acercándose a su padre.
— Soy tu padre después de todo —murmuro.
— Es bueno saber que te das cuenta de eso.
— No quiero que tu madre piense que no me preocupo por mi único hijo —JongSuk se giró hacia el menor— Quiero disculparme por mi mala actitud frente a tu novio.
— ¿Frente a Jimin? —preguntó confundido.
— ¿No te lo dijo?
— Decirme qué cosa, papá —Jungkook arrastró las palabras— ¿Qué le dijiste a Jimin?
— La verdad sobre tu tonto sueño de convertirte en el mejor abogado de Seúl —respondió soltando un largo suspiro— Solo le dije la verdad.
— Venía a disculparme por no haber venido con frecuencia —negó sintiéndose un idiota— Por ser un mal hijo, por no ser lo que esperas —dio un paso hacia atrás— Pero ya veo que para ti, jamás seré un Jeon. Mis sueños para ti nunca fueron importantes ¿Sabes qué? Disculpas no aceptadas.
Y empezó su camino hacía la casa principal. Se sentía enojado, avergonzado con su jefe por haber escuchado algo tan bajo como las palabras de su padre. Se sentía triste, porque a pesar de mostrarse valiente, determinado con su decisión de perseguir sus sueños, Jungkook nunca sería suficiente.
Y eso le dolía en el alma.
Desde que era un adolescente y las discusiones con su padre lo sobrepasaban, la actividad física siempre le ayudaba a despejar sus pensamientos negativos, se quito la camisa, buscó unos audífonos y mientras se dirigía hacía el patio trasero se puso los audífonos.
Necesitaba golpear algo con fuerza, pero no se encontraba en Seúl, no podía ir al gimnasio a tomar clase de boxeó, como acostumbraba hacer. Encontró una cuerda en el suelo, sin pensarlo dos veces la tomó en sus manos y empezó a saltar la cuerda de manera rápida.
Podía sentir sus piernas quemar, el sudor empezar a bajar por su frente, pero no le importaba el dolor físico que empezaba a sentir, simplemente quería hacer desaparecer ese horrible pensamiento.
No quería odiar a su propio padre.
[✿]
— ¿Qué te pareció el baile de Taetae?
— Sorpresivamente ¿Conmovedor? —Jimin asintió un tanto confundido.
— Taehyung es el mejor —la abuela Jeon comento— Es un buen chico, lástima que su vida este atada a este lugar. Su vida debería ser en Seúl, así como Jungkookie o como tú.
Sin saber a qué se refería la mayor, simplemente guardo silencio— No diga eso, suegra.
— Es la verdad Jieun-ah —regaño— Se hubiera marchado cuando tuvo oportunidad, así como lo hizo mi nieto.
La conversación pareció finalizar y aún estando confundido, se limitó a guardar silencio y a seguir a ambas mujeres de manera tranquila.
— ¿Es ese Jungkookie? —Jieun preguntó.
La mirada del castaño se dirigió a donde su falsa suegra miraba y se sorprendió de ver el torso desnudo de su asistente, se encontraba de espaldas y saltaba una cuerda de manera rápida.
— ¡Jungkook-ah! —gritó la abuela— ¿Qué haces, Jungkook?
Pero el pelinegro no se giraba, no respondía.
— ¿Sucedió algo? —se ánimo a preguntar el castaño.
— Quizá tuvo una discusión con su padre —Jieun comentó nerviosa— Será mejor que entremos, dejemos que se tranquilice.
Aún con su mirada fija en Jungkook, siguió a ambas mujeres. Jeon Jieun abrio la puerta de la casa, la abuela siguió hacía su habitación y Jimin, al sentir tanta curiosidad, caminó lento detrás de su suegra.
— Jeon JongSuk ¿Qué hiciste? —preguntó deteniéndose frente al mayor, quien se encontraba leyendo un periódico.
— No sé a qué te refieres, querida —murmuro— ¿No vas a saludarme como de costumbre?
— C-Creo que será mejor irme a dar una ducha —interrumpió a la pareja— Muchas gracias por la salida, la pase increíble.
La pelinegra se limitó a sonreír y Jimin se escondió detrás de la pared.
— Dime porque mi hijo se encuentra saltando una cuerda de manera enloquecida, JongSuk ¿Dime por qué siempre arruinas todo con él? —Jieun sonaba enojada— Hace meses no lo veo y se que dice que Jimin le niega las vacaciones, pero ambos sabemos que es por ti.
— Jieun... —musito dolido.
— Es por ti y tus altas expectativas en él, esas que no ha podido cumplir —casi sollozaba— ¡Es mi único hijo! —gritó— Te pido por favor que arregles esto, JongSuk. Harás que nunca nos invité a su boda o que no vuelva a visitarnos ¿Qué harás cuando tengas nietos y nunca puedas verlos?
Jimin empezó a sentirse un tanto entrometido, la conversación parecía subir de tono y simplemente empezó a dirigirse a la habitación que compartía con Jungkook, supó desde el primer encuentro con el señor Jeon, que había entre padre e hijo, pero nunca imagino que fuera tan grande.
Ingreso a la habitación y soltó un largo suspiro al encontrarse solo en aquel cuarto, inevitablemente pensó en su familia, aquella que recuerda muy poco, aquella que hace que su pecho duela.
La puerta de la habitación se abrió y al levantar la mirada, la imagen de un Jungkook semidesnudo, sudoroso y con el ceño fruncido, le hizo sentir un cosquilleo en todo su cuerpo.
— Ya estas aquí —el menor se quitó los audífonos— ¿La pasaste bien con la abue y mi madre? —preguntó limpiando el sudor de su frente.
— A-Ah si...
— Bien, tomaré una ducha si no te molesta —aviso tomando una toalla.
Y aunque las ganas de preguntar qué había sucedido con el señor Jeon eran inmensas, simplemente bajo la mirada, mordió su labio para evitar soltar la pregunta y volvió a suspirar al escuchar el sonido de la puerta cerrarse.
¿Como debía preguntarle?
Era bien sabido que la relación jefe/asistente, no era la mejor, cada que veían oportunidad se insultaban o se hacían comentarios sarcásticos, era muy raro preguntar algo tan personal de la nada, Jimin no era tonto.
Pero se sentía preocupado, otra vez una sensación nueva, llevó una mano a su pecho y esperaría pacientemente a que las cosas se solucionarán.
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¿Te casarías conmigo? ~kookmin(m-preng)
FanficPark Jimin en un momento de desespero por obtener un ascenso y ganarle a Lee Taemin, le pide a Jeon Jungkook; su asistente, que se case con el.