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narrador omnisciente

El martes empezaba con la alarma de Valeria, ella se levanto a apagarla e inmediatamente sintió el dolor de cabeza consecuente de su irresponsable ingesta de alcohol el día anterior.

Ir a trabajar con resaca es algo que odiaba, no era eficiente y el "hijo de puta de Raúl" - como Valeria solía referirse a el - no le pagaría completo por su vago trabajo.

Y es que Valeria odiaba su trabajo, solo lo tenía por necesidad, y aunque del teatro recolectaba cierto dinero, no era suficiente para mantener las necesidades básicas.

Su jefe era un corrupto e injusto que le hacía la vida imposible a todas las que le negaban la posibilidad de acostarse con ellas, como a Valeria, que era sentenciada a horas extra de trabajo sin pago de por medio y a rebajas en su sueldo por cada error que cometía.

Se vistió de su uniforme, le preparó algo para la resaca a Juani y se lo dejo en el comedor con una nota.

Me voy a mantener esta casa, toma para que no mueras
- tu hermosa hermana.

Llego con un retraso de 3 minutos, maldiciendo mentalmente el día que decidió trabajar en esa cafetería.

El tiempo pasaba rápido, hasta que Raúl entró por la puerta principal y se dio cuenta del algo lento trabajo de Valeria, inmediatamente la llamo a pasar a su oficina.

— Necesitaré explicación de tu deficiente trabajo, Vale — Dijo Raúl en cuanto valeria puso pie en su oficina. — Vos sabes que tengo que darte una rebaja por eso, o podemos...

Valeria, asqueada por saber lo que seguía de esa oración, lo interrumpió — Si, se que debe sentenciarme, volveré a trabajar si no le molesta — el silencio demostró que Valeria podía salir del lugar. — hijo de puta — susurro por lo bajo antes de salir.

Seguía trabajando con normalidad, cuando se le presentó en frente una figura conocida, una persona con muy lindos ojos, ojos que ella reconocería a metros.

— Pipe, ¿que haces acá? — pregunto con una sonrisa.

— Me dio sed y entré al primer lugar que vi, que casualidad verte por acá. — aparentemente no es solo actor en pantalla, pues mintió con agilidad, había pasado un tiempo analizando el uniforme que se veía en alguna destacada que valeria había subido hace tiempo para descifrar el lugar donde la ojiazul trabajaba.

— ¿Que queres tomar? te invito yo, tranqui — dijo al mismo tiempo que agarraba el vaso y ponía el nombre de Felipe en el.

— Dame un café granizado. — Le sonrió y sacó su billetera para pagar el total.

— Te dije que invitaba yo, no me voy a morir unos pesos menos de mi salario.

— No linda, no es necesario — la sonrisa no salía de su rostro, Valeria se contagiaba de esa sonrisa cada que la veía.

— Bueno... si insistis.

...

Valeria llegó 3 horas después de que, se suponía, debía terminar su turno.

— ¿Horas extras sin pago? — pregunto Juani, sin ni siquiera saludar a su hermana.

— Raúl es un forro, me dijo que tenía que quedarme una hora por cada minuto tarde que llegue, hijo de puta.

— Vos sabes que yo puedo cubrir los gastos... — respondió Juani con lastima.

— No es justo que trabajes vos solo — Valeria se dirijo a la cocina para servir la comida que su hermano había hecho.

El rizado era consciente de las condiciones laborales que sufría su hermana, y aunque ya la había intentado persuadirla para que dejara su trabajo, eran palabras en vano, ella no pensaba dejar que su hermano mantuviera el hogar por si solo.

— Atendí a Felipe hoy... — soltó casualmente, esperando a que su hermano le diera poca importancia al hecho.

— Cual Felipe, ¿tu futuro esposo, el amor de tu vida?

— Deja de joder, tras de que te cuento, boludazo.

Sirvió su comida y se sentó.

— Dijo que tenia sed, fue el primer lugar que encontró.

— Jmm, yo no me como esta historia.

















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ho la chicos

nada, actualizo, en el otro es el viaje y ahí empiezan los caps mas largos

she's not into you ; Felipe OtañoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora