One-Shots [BAKUTODO]

Si fuese rubio

22/05

Shoto se encontraba de visita en casa de su madre, su hermana y hermanos estaban atentos a lo que sucediera con el menor de ellos, pues Shoto llevaba ya nueve meses de embarazo y no faltaba mucho para la fecha de parto de sus pequeños, si, en plural pues esperaba mellizos.

Bakugo se encontraba patrullando las calles, últimamente trabaja más de lo normal cubriendo los turnos del bicolor, cada cierto tiempo enviaba mensajes a su suegra o cuñados para saber el estado de su pareja. Si bien ambos ya vivían juntos en su propia casa, al cenizo no le agradaba la idea de irse a trabajar y dejar solo a Shoto, mucho menos estando en un estado vulnerable al ataque de villanos, para estar más tranquilo decidió llevarlo a casa de Rei donde sabía que estaría a salvo.

—¿Estas seguro de que no necesitas nada, Shoto?

—Estoy bien, Madre.—Respondió con una ligera sonrisa.—No hace falta que se preocupen.

—Lo sabemos, solo que Bakugo no deja de enviar mensajes preguntando por ti.

—Lo sé, Fuyumi. Bakugo últimamente ha estado muy ocupado en el trabajo y no le gusta la idea de dejarme solo estando a nada de la fecha de nacimiento de nuestros bebés.—Mencionó acariciando su vientre.

—¿Sabes, Shoto? Aún no me puedo creer que vayas a tener mellizos.—Dijo Natsuo.

Shoto rió ante lo dicho por su hermano, ni el esperaba quedar embarazado a sus veintidós años, mucho menos de mellizos, pero eso no le importaba ahora, estaba feliz y emocionado por poder tener una familia con su pareja.

Fuyumi acariciaba el vientre de su hermano sintiendo cada uno de los movimientos de sus sobrinos, a Shoto este gesto le recordaba mucho a cuando Bakugo le daba toda su atención luego de llegar del trabajo, no importaba cuan cansado esté, siempre le recordaba lo mucho que lo amaba y cuanto esperaba la llegada de sus herederos.

—Hola, Shoto.—Saludó Enji entrando a la sala.—¿Cómo estas?

—Hola, padre, estoy bien.

—Supe que mis nietos ya están a nada de nacer, eso es bueno. Por cierto, traje soba frío por si gustabas comer.

—Gracias y sí, ya me apetecía algo salado.

Enji trajo unos platos y palillos para degustar, sirvió la comida y obviamente el primer plato fue dado a Shoto, este miró el recipiente relamiendose los labios, el soba frío era su comida favorita desde niño y desde que había quedado embarazado sus antojos giraban alrededor del soba, Bakugo al llegar a casa siempre le traía lo que él le pedía, cualquier cosa que se le antojara.

Ya todos tenían su comida servida, comían mientras charlaban de cualquier tema, como les fue en su día, en el trabajo, y claro que nunca faltaba tocar el tema de los mellizos, sus nombres, posibles quirks, apariencia, actitudes, etc, cada que hablaban de ellos Shoto se llenaba de emoción, pues el también tenía mucha curiosidad por saber cómo serían sus hijos.

—Shoto y Bakugo son muy apuestos, estoy segura de que los bebés no se quedarán atrás.—Mencionó Rei.

—Además de que también tienen unos dones muy fuertes los dos, si alguno de ellos llegase a heredar una combinación de los tres quirks sería imparable.—Dijo Natsuo.

Al rato todos terminaron de comer, Fuyumi se ofreció a lavar los platos y Shoto también le ayudaría, agradecía toda la atención y cuidados que le daban pero no le gustaba que lo tratarán como si fuese algo delicado que con el más mínimo toque se rompería, quería ayudar aunque fuese un poco. Fuyumi no se negó ante la insistencia del bicolor pero con una condición: