Cinco (1/2)

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POV Valentina

Los últimos meses no habían sido fáciles, eso lo tenía claro. Haber sido admitida en la Escuela de Bellas Artes de París era todo un privilegio, una oportunidad que no se volvería a repetir en la vida. Estaba muy contenta, y sin embargo no podía evitar sentirme triste al mismo tiempo. Echaba de menos a mi madre, a Claire, a mi gata y a mis amigos. Una sonrisa melancólica se me dibujaba cuando pensaba en ellos, siendo la primera vez en dos años que no estábamos todos juntos en Madrid. Y justo este era el primero en el que estaría también Juliana.

No podía evitar acordarme de ella. De cómo la había dejado hecha polvo delante de la estación, sintiéndome como una mierda por haber destrozado por completo sus intenciones de empezar de cero conmigo, de intentar tener una amistad. Me dolió no poder decirle que yo también quería porque realmente lo deseaba. Y lo peor de todo era que no había tenido el valor de escribirle para pedirle perdón sólo y exclusivamente por la vergüenza que me daba. "No aprendes Valentina".

De vez en cuando pensaba en ella. ¿Estaría bien? ¿Se habría adaptado al ajetreo de la capital? Los recuerdos del verano venían consecuentemente a mi cabeza con bastante nitidez. No había pasado tanta vergüenza desde aquel día en el que me quedé desnuda delante de ella. No había sido por el hecho en sí de estar sólo en tanga lo que me había puesto como una cerilla. Juliana y su mirada habían tenido la culpa. Me había hecho sentir ¿incómoda? No. ¿Intimidada? Puede. En cualquier caso, evitaba detenerme mucho en ese recuerdo concreto.

Esto daba paso a la última noche, la de mi "venganza". Y aunque conseguí lo que me había propuesto (que era ponerla cachonda sólo para aplastar las palabras de desprecio que me lanzó en su momento), la cosa no había salido tan bien como yo hubiera esperado. Independientemente del efecto del alcohol, Juliana era guapa y estaba muy buena. Hasta un ciego se daría cuenta, y por tanto yo también. Al final terminé cachonda. ¿Eso me molestaba? En parte, porque no entraba dentro de mis planes. Al fin y al cabo había sido una tontería. Una que no podía evitar recordar.

Solía enfrascarme en estos pensamientos por las noches mientras miraba por la ventana del pequeño apartamento que tenía alquilado. Las paredes eras de color blanco y el techo no era demasiado alto. Tenía un dormitorio, un pequeño salón y una cocina que conectaba con este último. No estaba demasiado lejos de la Escuela, pero tampoco en una zona concurrida. Eso tenía bastantes ventajas, ya que podía pasarme las tardes haciendo trabajos de clase sin que el ruido externo me molestase. Otras me las pasaba cantando. Justo como había estado haciendo esta noche.

Miraba llover a través de los cristales mientras me tomaba un té sentada en el sofá. Hacía bastante frío y la falta de calefacción en el lugar tampoco ayudaba especialmente. Eran las diez de la noche, así que decidí llamar a mi madre antes de acostarme. Cogí el teléfono de encima de la mesa, busqué su número en "Recientes" y pulsé el icono de llamar. Un toque... dos... y descolgó.

-Valen cariño, ¿cómo estás?

-Bien mamá - sonreí. Echaba de menos a la Elena. Muchísimo - ¿Cómo estáis vosotros? ¿Claire y papá?

A penas podíamos hablar. La Universidad me exigía muchísimo y tenía que dedicarle casi todo mi tiempo, lo cual implicaba que no podía hablar con mi familia tanto como quería, y mucho menos con mis amigos. Estaba entregada a mis estudios casi literalmente.

-Pues echándote de menos, como siempre. Cómo se nota que no estás hija. Tu padre y yo trabajando como siempre y tu hermana con los estudios. Sin novedades vaya. ¿Quieres hablar con ella?

-Claro. Pásamela.

Escuché al otro lado de la línea a mi madre llamando a Claire a voz en grito. Esta mujer nunca iba a cambiar. Tras unos segundos, pude oír nítidamente la voz de mi hermana.

-¡Valen! Por fin tenemos noticias de ti. Anda que ya te vale – me reprochó bromeando

-Yo también me alegro de escucharte enana – reí ante su fingido enfado

-Anda que si nos ponemos a hablar de quién es la enana aquí...

-¡Claire!

Volví a reírme de nuevo

-Que es broma tonta – hizo una pausa y continuó - ¿Has hablado con Iriday y los demás?

-Qué va. No he tenido tiempo. ¿Sabes algo de ellos?

Si mi primera preocupación era mi familia, la segunda eran mis amigos. Tenía la necesidad de saber si estaban bien.

-Depende. ¿Hace cuánto que no habláis?

Me quedé pensativa un instante

-Hablé con la Xanat hace cosa de dos semanas, si no me equivoco.

-Ah bueno. Tampoco te has perdido gran cosa - ahora era ella quien se quedaba pensativa – A decir verdad, no hay novedades a penas. Benjamín está quedando mucho con una chica de su facultad según me dijo Xanat, una tal Karla. Iriday y ella como siempre, igual de locas. Y Juli... - tuve que cortarla porque el móvil no paraba de vibrarme. Mierda. Justo cuando iba a decirme lo que más quería escuchar.

-Un segundo Claire

Me quité el móvil de la oreja y lo desbloqueé. No paraban de llegarme notificaciones de Instagram. Al parecer, alguien se estaba dedicando a darle like de manera compulsiva a mis fotos. Entré en la aplicación y antes de que pudiese mirar quién era, recibí un nuevo aviso: "@Bárbara.López ha comenzado a seguirte". Lo puse en silencio y volví a la llamada.

-Ya estoy. ¿Qué decías de Juliana? – pregunté intentando ocultar mi emoción. Por fin sabría qué estaba siendo de ella.

-Ah eso. Que está saliendo con un tal Sergio.

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By Ser_Mraz

Nos leemos el proximo sabado, gracias por el apoyo 🤟

Sinmigo (Juliantina AU) - AdaptaciónDonde viven las historias. Descúbrelo ahora