16 de enero 2024
Una niña encarcelada en un cuerpo adulto. Pero a mi me ven el contrario. Aún la gente piensa que ando con 16 años pero en realidad ya pasé "la primera etapa " y que ya desde hace un años entre a la segunda. Tener 22 es una sensación de mucha responsabilidad emocional que se andrà acomular en los pasos de los años, pero esto nadie se dará cuenta. Llegamos a ser más reservados y disfrutar lo momentos en silencio. Nos damos cuenta que si algo se nos viene de novedad en el día, como una cita, una invitación, una salida o algo más, aveces tenemos que dividirnos en dos para la decisión correcta : si disfrutar el momento o culminar primero las cosas que andábamos haciendo por nuestra instinto de responsabilidad de la vida que entoces sería rechazar todo. Mi vida ahora se sentía más la segunda opción, talvez porque dejar la cosas en suspenso me alteraba o no podía ni siquiera dormir por pensarlo.Acerca nomas de mi cumpleaños, tenía demasiadas responsabilidades: interrogaciones, exámenes y exposiciones. Mi enamorado era ahí donde me daba ánimos para que todo me pueda ir bien, pero nuevamente estos momentos lo había visto en otro momento... Me acuerdo que estando como ahora, me había alejaba de mi relación por tenerle más atención a mis estudios. Y me acuerdo por falta de interés mio, él y yo nos habíamos separados. No quería que nuevamente pasara otra ves este suceso... Así que, tenía que planificar mis horarios. Las horas que me dedicaba a estudiar le avisaba a mi novio, así podía poner a un lado mi celular y sin distraeme, porque si me llegaba un mensaje suyo, sabía muy bien que me quesarias horas y horas hablandole o mandadole video compartidos. Me organizo que en los días que cuando él se encontraba en el trabajo, yo tendría que estudiar el doble, o almenos hacer más cosas; en cambio, cuando no trabajaba, tendría qué dividir con estudiar y luego unas horas después poderme conceder de estar con él toda mi noche. Pero lamentablemente mis noches al estar todo el día con estudiar, me quedaba a medias de la conversación y sin despedirme. Me enojaba cuando me pasa esto. Porque solo esos pequeñas cosas, mi cuerpo tenía control y yo no. Me anochecia por andar con él si no había esa oportunidad de poderlo llamar, pero al día siguiente andaba toda como un zombi sin importar mi cansancio. Hasta como ahora, no me importa mi cumpleaños con tal de culminar mi proyectos de estudios. Él me decía que tendría que calmarme y que todo va a pasar, que tedria qué relajarme porque soy muy responsable con mis cosas o concéderme un rato para estar con él. Yo en cambio, por más que me decía eso, más se me acomulaba más cosas. No sabía cómo gestir todo esto. Estaba muy exhausta.
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𝓛𝓪 𝓹𝓻𝓸𝓶𝓮𝓼𝓪 𝓬𝓾𝓶𝓹𝓵𝓲𝓭𝓪 PARTE 3
Teen Fiction𝐓𝐞𝐫𝐜𝐞𝐫𝐚 𝐩𝐚𝐫𝐭𝐞 𝐝𝐞 "𝓔𝓵 𝓭𝓲𝓪𝓻𝓲𝓸 𝓭𝓮 𝓐𝓲𝓼𝓾𝓻𝓾 " 𝐃𝐢𝐜𝐞𝐧 𝐪𝐮𝐞 𝐥𝐨𝐬 𝐦𝐞𝐣𝐨𝐫𝐞𝐬 𝐦𝐨𝐦𝐞𝐧𝐭𝐨𝐬 𝐯𝐢𝐞𝐧𝐞𝐧 𝐝𝐞𝐬𝐩𝐮𝐞𝐬 𝐝𝐞 𝐡𝐚𝐛𝐞𝐫𝐭𝐞 𝐜𝐚𝐬𝐢 𝐦𝐮𝐞𝐫𝐭𝐨 𝐝𝐞 𝐭𝐫𝐢𝐬𝐭𝐞𝐳𝐚. 𝐀𝐡𝐨𝐫𝐚 𝐜𝐫𝐞𝐨 𝐪𝐮𝐞 �...