6 𖠗 pensé que no eras real.

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Soñaba, era consciente de ello y aún así podía sentir con su propio tacto el calor de todas las expresiones posibles que pudiesen experimentarse.

Vio sus manos en primera persona, cubiertas por agua. Algo andaba mal. El paisaje oscuro anunciaba un cautiverio del que no se había informado mucho al respecto.

Tenía agua hasta la altura de sus rodillas, fresca y fuerte como cualquier guerrero novato a punto de emprender su primera masacre. Aún así no comprendía qué había hecho para merecerlo.

De pronto se le ocurrió una posibilidad más que plausible: existir, como un ángel que tocó la tierra por primera vez y ya nunca más tuvo la oportunidad de un descanso.

Algo andaba mal en toda aquella situación. Se sentía ligero, pero no en el buen sentido de la palabra. Algo le faltaba.

No tuvo que revisar dos veces hasta que su imaginación le reveló la respuesta sin necesidad de confirmación: le habían cortado sus alas.

Se preguntó qué bien podría traer su sufrimiento. A conste de qué estaría justificado someterse a dicho maltrato.

La codicia humana fue sorprendente, y logró embargar su mente con tonalidades mucho más oscuras de las que alguna vez tuvo la oportunidad de captar con sus orbes verdes inseguros de tanta realidad.

¿Había salvado a alguien renunciando a sus alas, o había empeorado el panorama? Según las leyendas, no hay nada más valioso que las alas de un ángel.

Despertó, sudoroso y alarmado. Tocó su espalda como si pudiera hallar sobre ella sus alas tangibles y verdaderas, pesadas y cálidas sobre su cuerpo.

No las enseñó. No le hizo falta, seguían allí dentro suyo y con ello bastaba para devolverle el trozo de alma que había perdido sumido en el agobio de aquel sueño tan indeseable.

Revisó la hora. Eran las 8.00 a.m, momento en el que acostumbraba levantarse. Suspiró agradeciendo a su reloj corporal y se dirigió directo a prepararse un café con extra azúcar en esta ocasión.

Capricornio seguía durmiendo en su habitación. No fue necesario revisarlo, pues podía escuchar sus suspiros y quejas irregulares de vez en cuando brotando desde su dirección.

Se encaminó hacia la pequeña cocina describiendo con dulzura los vestigios de la fría brisa mañanera que abrazaba su cuerpo de manera tan cálida.

Se preparó un café, aguardó unos minutos antes de que estuviera listo y luego fue a sentarte sobre una mesa redonda con un par de sillas, ambas observando hacia la ventana ya abierta.

Suspiró abatido de tan sólo pensar en lo que le esperaba aquella noche. Sabía que Capricornio estaba realmente a la expectativa de lo que pudiese resultar, pero él seguía inseguro. Incluso podría decir que sentía incrementar aquella sensación de inseguridad conforme las horas pasaban ante él.

Ignoró el hecho dirigiendo su vista hacia un pequeño libro que tenía entre manos. Llevaba días leyendo Romeo y Julieta, y no conseguía terminarlo.

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𖠗 angel by the wings | zodiaco BL.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora