Corazon De Hielo.

11. Acepto.

El momento llegara para aquellos que estén preparados.

________________________________________________________

Han transcurrido dos semanas desde que le acepte tener una relación con Alexander, en mi vida hubiese pensado que el empresario y cara de poquer de alexandro oconnors fuera a reaccionar de la forma en la que lo hizo cuando le dije que sí, es la hora y recuerdo todo a la perfección.

Flashback.

No había podido conciliar muy bien el sueño dado que tenía mi cabeza llena de pensamientos con respecto a lo que me había dicho alexandro, dios pensar que el sentía o que quería lo mismo que yo, me llenaba de una forma indescriptible, jamás he sentido esto que siento con él, cuando me mira o cuando me toca en como si mil voltios pasaran por mi cuerpo, la conexión que siento con él es algo que jamás he sentido con nadie ni siquiera con él.

Dios y cuando me beso fue el paraíso, sentí como dicen mi libros romántico, miles de mariposas en el estómago, sus labios son más suaves de lo que pensé, su lengua que se movía y recorría todos y cada uno de los rincones de mi boca con una pericia excepcional, y como moría  mi labio después de cada beso, este hombre hace que me den unas sensaciones inimaginables y solo me ha besado 2 veces.

De tanto pensar me estaba dando dolor de cabeza, pero es que no sé qué hacer mi corazón me dice que le digas que sí que es lo que quiero, que desde que lo vi no me lo puedo sacar de la cabeza, que quiero que me bese a todas horas, que estoy loca por el que no sé lo que me ha hecho.

Pero mi parte racional mi cabeza me dice que no es el  hombre que me conviene que es un mujeriego que no lo conozco, que somos de dos mundos completamente distintos, que solo me hará daño, que para lo único que me quiere es para llevarme a la cama, que solo soy un capricho para el dado que no caí rendida a sus pies en el instante que lo vi.

Tengo  un debate interno entre mi cabeza y mi corazón, pero después de tantas horas de darle vueltas a las cosas una  y otra vez ya sé cuál es la decisión que debo tomar, me acomodo bien en la enorme cama King-size de la habitación que me designo alexandro y caigo rendida en los brazos de Morfeo.

Siento unos besos alrededor de mi cara, mis ojos, mis mejillas, mi nariz y por ultimo un casto beso en mis labios, siento como sonríe al saber que no estoy dormida.

• Buenos días señorita Simmons.

• Buenos días señor Oconnors. – le respondo con una pequeña sonrisa mientras me siento en la cama.

Me fijo en que ya está bañado y arreglado, se ve guapísimo con su traje de tres piezas gris y su corbata azul como el cielo de sus ojos, dios este hombre esta para comérselo y una parte de mi cuerpo que no había despertado hasta que lo conocí a él se humedece, no se cuál es el poder que tiene este hombre sobre mí pero me asusta y me gusta a la vez.

• Como dormiste nena, pudiste descansar?- me sorprende que se moleste tanto conmigo, pero después de lo que me dijo anoche supongo que es algo normal.

• Si pude descansar muy bien las horas que logre dormir, es muy cómoda tu cama. – al instante que dije eso me arrepentí al ver la sonrisa maliciosa que se asomo en su boca.

• Ooh nena no sabes cuan cómoda es mi cama, cuando quieras la probamos. – el muy infeliz sabía lo que hacía porque se tuvo que dar cuenta cuan roja estaba por mi comentario y aun así dijo lo de su cama. – Dios nena estas rojísima es solo una broma, pero si quieres tu solo me dices y lo haremos.