7- Eso ya lo sabía

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Pov Violeta.

Ya llevaba un mes en Madrid. Ya
no sentía miedo de no encajar o de
cagarla. Todo estaba perfecto con
todos. Era una más del grupo. Sentia
que esa casa era mi hogar y no tenía
queja de nada.

La semana que viene empezaría a trabajar en un bar. Quería tener mi propio dinero y no depender de nadie. Había vuelto a dibujar aunque no como antes, pero algo era.

Me había unido mucho a Vicky, era una de mis mejores amigas aquí. Se lo contaba todo y me pasaba bastantes horas con ella en su piso. Con Chiara la cosa cada vez se me iba más de las manos. La tensión sexual entre nosotras había crecido, pero también los sentimientos.

Se portaba muy bien conmigo, siempre se preocupaba y respetaba mi espacio cuando lo necesitaba.

El tonteo entre nosotras cada vez iba a más. Hablábamos por WhatsApp bastante, aunque sólo decíamos tonterías, pero nos tirábamos bastantes pullitas.

Desde aquella noche de fiesta en la
que me cuido no hicimos más, Alex
tuvo uno resaca de una semana entera, pero hoy sería una fiesta por todo lo alto. Ibamos a salir a una discoteca para hacer algo diferente ya que empezaba a trabajar y los findes poco podría hacer.

Ahora estaba en casa de Vicky fantaseando sobre esta noche.

- Pero tia, lánzate ya- decia mientras
miraba qué ropa se pondría-, se le nota en la cara que lo esta deseando.

- ¿Que dices Vicky?- le dije riendo-, sólo somos amigas, hay tonteo y tal pero nada más, ademas a ella no le gustan las tías.

- A ver imbecil, ¿acaso eres ciega y no
me había dado cuenta?- se giró para
mirarme- ,¿no has visto el repaso que te da cada vez que te ve? ¿O como te mira embobada la boca cuando hablas cerca de ella? Chiara no es de las de mente cerrada, no creo que le afectara para nada tener una experiencia más en su vida.

- ¿Y si acostarme con ella cambia la
relación de amistad que tengo ahora?-
le dije levantándome-, además, no la
quiero para un polvo y ya esta, Chiara
me importa.

- Mira de verdad chica-dijo dándose por vencida-, que tonta eres.

- Tonta tú, que has dejado perder a una tía como Ruslana- le dije dándole una palmada en el culo para luego salir de la habitación.

- ¡Al final te mato Hódar!- gritó desde la habitación.

Cuando empezó a contarme sus cosas
me contó su drama con Ruslana. Ella
quería algo más que lo que tenían,
pero Vicky no quería nada serio.

Ruslana simplemente se cansó de
insistirle y pasó de ella.

Me senté en el sofá y cogí el móvil.

Tenia un mensaje de Kiki.

"Oye pelirroja, ¿me dejarías los aros
plateados para esta noche? No
encuentro los míos."

Le iba a contestar un "SI", pero yo no
era de esas.

"A ti te dejo lo que quieras, nena."

Nuestras conversaciones se volvieron
eso, tonterias con dobles sentidos. Su
respuesta llegó enseguida.

"No me hagas pedirte lo que quiero
Hódar, te sorprenderías."

No pude evitar reírme. Si me quería
pedir lo que yo quería pedirle a ella la
noche acabaría por todo lo alto.

"Soy todo oídos para que me pidas,
Oliver."

Sabia que no iba a llegar más lejos.

"Jajajaja que tonta eres de verdad. Nos
vemos esta noche."

PERMANECER // KIVIDonde viven las historias. Descúbrelo ahora