Segunda parte de Into the Wednesday-verse
Tres meses después de los hechos narrados en Totalgether Ooky, Wednesday Addams y Enid Sinclair están a punto de decir adiós a sus vidas en Nevermore y afrontar el futuro. Pero las celebraciones del día de...
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Wednesday y Enid Addams
Enid Addams se sentía contenta como hacía mucho tiempo que no se sentía.
Se sentía cómoda, cálida y segura, rodeada de amigos y familiares. Rodeada de su manada. Y tenía a su lado a la mujer que amaba, abrazándola. El calor de su cuerpo contrastaba con la frialdad casi cadavérica de Miércoles de una forma extrañamente agradable y reconfortante.
"Tú eres la manta caliente definitiva y ella la almohada fría ultímate, no me extraña que hagáis tan buena pareja", le había dicho una vez Yoko.
Fue uno de los comentarios más atinados (y más seguros para el trabajo) que su mejor amiga vampira había soltado nunca sobre la relación de Enid con Wednesday.
Toda la situación tras la muerte de The Bright One y la desaparición de sus Shadow Hydes había sido simultáneamente más tranquila y más caótica. Afortunadamente, Enid y los demás habían conseguido coordinar al resto de Enids y Wednesdays presentes. En las primeras horas continuó la liberación de los prisioneros restantes mientras Needler comenzaba a reabrir múltiples portales a algunas de las dimensiones que en aquellos seis meses de preparativos habían servido como centros de operaciones y puntos de coordinación.
Enid explicó todo esto a Wednesday mientras se abrían portales y se transportaban suministros, ropa de repuesto para los licántropos y otros seres humanos, y medicinas para los heridos, junto con la aparición de múltiples Abuelas y otros miembros ocasionales de diversas iteraciones de la Familia Addams. El abrazo de Eudora Addams a su nieta habría provocado las protestas de Wednesday en el pasado, pero en aquel momento decidió que tal vez podría soportarlo. Que Enid las cogiera a las dos, abuela y nieta, en su propio abrazo levantándolas del suelo y casi haciéndoles crujir los huesos, tampoco fue del todo desagradable.
Con la situación más o menos controlada y ya sin peligro inminente, muchas de las Enids y Wednesdays que habían participado en los rescates optaron por regresar a sus respectivos universos, tras rápidas despedidas. Muchos otros se quedaron para ayudar, o para seguir localizando a sus respectivos Wednesdays que habían sido secuestrados.
Pero a pesar de la abrumadora carga de trabajo que todos podían ver que tenían encima y de la aleccionadora constatación de que algunos de los desaparecidos estaban más allá del rescate, el ambiente general era de celebración.
La fiesta comenzó casi espontáneamente, con bailes, cánticos y aullidos de licántropos. A medida que avanzaban las horas, toda la zona abierta entre la ciudadela y la prisión del Luminoso se había convertido en un enorme campamento donde sonaba la música, fluía la bebida, se degustaba la comida y brillaban las hogueras. Aunque había muchas habitaciones vacías en la enorme torre de la ciudadela, parecía haber un acuerdo tácito para evitarlo a toda costa.
Aunque llamar "campamento" a esta improvisada concentración de individuos simplificaba mucho la realidad de la situación. Dado el gran número de practicantes de magia o hechicería, muchas de las tiendas tenían un interior similar al de una casa o cabaña confortable. Eso cuando no eran conjuradas por magia o construidas por ciencias extrañas como auténticas casas portátiles de la nada. Más que un campamento, el lugar se había convertido en una especie de aldea temporal poblada por Enids, Wednesday y algunos Addams más.