seis; decisiones.

211 41 2
                                    


bigger than the whole sky ― taylor swift.

adiós,

eras más grande que el cielo entero.

fuiste más que un corto tiempo.

y tengo mucho por lo que lamentarme,

tengo mucho con lo que ya no voy a vivir.

nunca voy a saber lo que pudiste, lo que podrías, lo que hubieras sido tú.





capítulo seis | decisiones.

finales de febrero de 2023.

milán, italia.

bruna.


Rebecca golpetea el pie insistentemente contra el suelo, logrando sacarme de quicio por el insoportable ruido que hace. Yo, por el contrario, doy vueltas por el living, sin saber muy bien cómo soltar lo que tengo que decirle.

Temo por su reacción.

Me aterra que se enoje conmigo.

―Bru, no comprendo el por qué de tanto misterio... ―bufa cansada. ―Me estás poniendo nerviosa, amiga. Sabes que nada en este mundo es tan terrible como para...

―Estoy embarazada. ―murmuro, interrumpiéndola. Sus preciosos ojos azules se abren de par en par, mirándome con sorpresa. Sus labios se mueven intentando pronunciar alguna que otra palabra que solo queda en un suave balbuceo y un profundo silencio.

Sé que esperaba cualquier cosa, menos eso. 

―Pero... ―suelta, con la voz notablemente quebrada. Y eso me rompe en mil pedazos porque, entre otras cosas, sólo soy consciente de todo lo que me ocurre a través de los sentimientos de los demás. Sé que es horrible. Sólo que esto me hace sentir que es aún más terrible de lo que puedo percibir. ―Bru... ¿cómo...? ¿cómo te sientes?

Niego con la cabeza y tomo asiento a su lado, pegada a su cuerpo, casi como un perrito pidiendo mimos. Rebecca me recibe con los brazos abiertos, siempre ha sido una persona muy cariñosa conmigo. En nuestra amistad, ella es la del lenguaje corporal.

―No lo sé... ―murmuro un poco avergonzada. ―Quiero decir, no lo esperaba para nada...

Sus caricias en el cabello me relajan por un instante. Me siento contenida, justo como me sentí cuando le di la noticia a Chiara.

―Podremos con esto, Bru... ―dice dulcemente. Repitiendo casi las mismas palabras que mi amiga italiana me susurró incansablemente aquella noche terrible en la que no podía dormir. ―De cualquier manera, tienes dos opciones... sea lo que sea que decidas, estaré a tu lado.

Y en ese momento lo entiendo.

Lo pienso por algunos segundos mientras me mantengo con la mirada fija en la pared blanca decorada con algunos cuadros con fotos mías de cuando era pequeña.

¿Qué vida podría darle yo a un bebé? ¿Cómo podría ser su modelo a seguir? ¡No puedo ni siquiera con mi propia vida! No es justo para ninguno de los dos.

dos mentiras, una verdad ; charles leclerc.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora