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Dan Tae.- Me encantaron - habló con una enorme sonrisa 

Al ver las galletas decoradas, sonreí igual manera. 

Su Ryeon.- Podemos llevarlas mañana a tus abuelos - sonrió a mi lado - Les encantará 

Me agrada la idea - dije con una sonrisa en mis labios

Ambos me miraron y sonrieron, por la hora ya es hora de la cena. Colocaron los cubiertos en la mesa y los tres nos acercamos a la mesa, cada uno se sentó y comenzamos a cenar como familia; verlos a ellos y sentir esa calidez de ellos, me emociona, estoy siendo egoísta pero no podía negar esta emoción de poder compartir algo con ellos.

Mi madre me abandono cuando era una bebé y mi padre se hizo cargó un tiempo, pero lamentablemente el alcoholismo logró que me apartaran de su lado y viví la mayoría de mi antigua vida en ese orfanato.

Reprimí mis lágrimas y solo escuché su conversación de ellos, ellos giraron a verme y sonrieron, sonreí y al terminar de cenar, decidimos ir al jardín para comer las galletas y acompañarlas con una taza de té.

Su Ryeon.- ¿Crees aguantar el viaje en auto cariño? - me preguntó - El médico comentó que por lo mientras no viajemos en avión 

Si - respondí 

Dan Tae.- Ella es fuerte cielo - le dijo antes de darle un sorbo a su taza de té

Ella sonrió y tomé una de las galletas, le di el primer mordisco y me sorprendí lo bueno que sabe. 

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Acomodé mi cabello detrás de mis oídos mientras que miraba el paisaje de la ciudad de Gangneung, ver la orilla de mar es hermoso, el cielo esta despegado, el clima es perfecto para este viaje, los miré a los dos. Él conduce mientras que ella mira su teléfono, esta respondiendo unos mensajes antes de llegar a la casa de sus padres.

Baje el vidrio de la ventana y saque un poco mi cabeza para que el aire golpeara mi rostro, sonreí emocionada. Al entrar a la ciudad, pude ver pocos edificios en la entrada y él giró el volante hacía la derecha y se adentro a una calle y observé una puerta, al detenerse, escuché una voz masculina en una pantalla.

Las puertas se abrieron y miré un condominio, varios apartamentos, hay un estacionamiento subterráneo y una vez que se estaciono, apagó el auto. Los tres bajamos y miré el lugar, pensé que sería más grande de lo que imaginaba.

Seguí sus pasos y las puertas se abrieron, miré recepción y es demasiado lujoso para ser pequeño; algunas personas entraban y salían del edificio.

Su Ryeon.- Ven cariño - tomó mi mano y asentí mi cabeza 

Seguí sus pasos pero antes que entráramos a un elevador, escuchamos a nuestras espaldas algo caerse, los tres giramos rápidamente y vimos a un hombre que chocó contra otro chico de al parecer mi edad.

Cayeron algunos libros, incluyendo unas tazas de vidrio, me acerqué a ellos para ayudarlos. El chico se disculpaba mientras que el otro hombre intentaba calmarlo; tomé tres libros que estaban a mi alcancé y al acercarme a ellos, los dos giraron a verme.

El chico me miró y una sonrisa se formó en sus labios.

¿No están heridos? - pregunté

No - negó el chico - Pero es una verdadera sorpresa verte aquí

Ese chico me conoce pero al girar a ver el otro hombre, me estremecí, sus ojos cafés lograron captar mi atención y al parecer también no despegaba mi mirada sobre mi.



Renacer.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora