Capítulo 6

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Toda la mansión Henituse estaba patas arriba, ¿la razón? Catherine Henituse, la primogénita de la familia principal, estaba a solas con un joven muy guapo. Entienden A SOLAS, una joven señorita noble que aún no ha debutado oficialmente en la sociedad, con un extraño en una misma habitación sin ninguna vigilancia.

Y aunque los dueños del territorio estaban preocupados por la ya nula buena reputación de su hija, la servidumbre estaba más centrada en que un joven tenga la valentía de estar con la señorita Catherine, siendo que la fama de esta es muy mala.

Los más jóvenes de la mansión estaban confundidos. Nadie les decía que estaba pasando. Su padre estaba en su oficina, llorando o algo por el estilo, acompañado de la madre de ambos pequeños.

Simplemente desistieron de intentar averiguar que ocurría y fueron a desayunar sólo ellos.

Mientras, en la oficina del conde Henituse.

—En que fallé como padre.—Se reclamaba el padre de la joven.

—No deberías de tenerle tan poca fé a Catherine, sigue siendo nuestra hija.—Le decía la señora Violan, su esposa y la madrastra de la joven.

No tenía la mejor relación con Catherine, pero eso no significaba que pensara mal de su hijastra. Si bien es cierto que tampoco es que la joven fuera el mejor ejemplo de una noble, era lo suficientemente consciente como para no hacer una locura tan grande. Lo más probable es que simplemente estuviera conversando. Pero al parecer su esposo no pensaba igual.

Era algo triste pensar en como debe sentirse Catherine con el hecho de que su propio padre siempre espere lo peor de ella.

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Ya tenía un acuerdo con Paseton, así que Catherine decidió que podía darse el lujo de pasear un momento por el territorio. Si quería cambiar el futuro de todo Henituse, necesitaba empezar por cambiar la opinión que tenían de ella.

Aunque, si no funciona, siempre podría actuar desde las sombras y sin que nadie se entere. Hacer las cosas anónimamente te da la ventaja de no tener que aparentar ante nadie.

Pero no estaba mal querer cambiar. Su actitud de basura le sirvió antes, pero ahora podría convertirse en un problema, y le evitaría que todos creyeran lo mismo que antes de su regresión.

Si cambiaba su comportamiento, sería más sencillo que confiaran en ella. Obtener el apoyo de Paseton fue sólo algo causado por la influencia del poder del Dios de la muerte en ella. No siempre serviría. Sería mejor que la siguieran porque confiaran en ella.

Complicado más no imposible.

Con todo eso en mente, Catherine se preparó para salir de la mansión Henituse.

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Sentía hambre, su cuerpo le pedía a gritos consumir alimento, pero no podía conseguir comida. Tampoco podría decirle a su hermanito que fuera a conseguirla, ella era la mayor y debía hacerse cargo de cuidar a su hermano menor, esa era su responsabilidad por haber nacido antes.

Volvió su vista a un lado, donde se encontraba su pequeño hermano menor, él también estaba hambriento y cansado, sería egoísta que fuera quien consiguiera la comida.

Si tan sólo su tribu no los hubiera desechado después de la muerte de sus padres para que su tío se quedara a cargo, ambos estarían a salvo y sin hambre. Pero la vida no es justa, mucho menos con dos niños que no tienen nada más que el uno al otro.

Seguiría divagando en sus pensamientos por un tiempo si su hermano no le hubiera interrumpido.

—¿Qué pasa, Hong?—Dijo en respuesta a los pequeños toques que le dió su hermano.

—Alguien nos ha estado viendo.—Le susurró en voz baja el pequeño.—No parece tener malas intenciones, pero igual quise comentarte.

Disimuladamente, On vigiló a todos a su alrededor y, tal y como le dijo su hermano, había alguien observándolos. Se trataba de una joven muy hermosa, de cabello pelirrojo y largo, aunque, a diferencia del cabello pelirrojo de su hermano, el cual era opaco y estaba enmarañado y sucio, el cabello de la joven era rojo sangre, con un brillo que lo hacía ver muy fino y elegante.

Hablando de elegante, la chica definitivamente tenía que ser noble, su ropa que claramente era muy cara, y aún de lejos se notaba lo limpia que era, le hacía relucir entre tantas personas con ropas más comunes.

Cuando menos se dió cuenta, las dos hicieron contacto visual. On, con temor, rápido apartó la mirada.

Los nobles eran, en casi su totalidad, personas ególatras que odiaban que cualquier persona "inferior" les viera directamente, algunos tendían a mandar a golpear a los pobres que se atrevieran a mirarlos ofensivamente, como ellos catalogaban que era.

Su temor aumentó cuando la chica noble caminó en dirección a donde su hermano y ella se encontraban. Cuando estuvo frente a ellos, On acercó lo más posible a su hermano a su propio cuerpo, buscando protegerlo del golpe que probablemente les darían por culpa de la imprudencia que cometió.

Espero el golpe con resignación, más este nunca llegó. En cambio, sintió como era elevada del suelo, abrió los ojos con confusión ¿Los tirarían al suelo en lugar de un golpe directo?

Sus pensamientos fueron disueltos cuando la chica noble la observó directamente, On se sonrojó un poco por la vergüenza. ¡La joven era preciosa¡ ¡No, ella era simplemente más allá de cualquier palabra existente para describir la belleza!

—Eres interesante.—Por todos los dioses, su voz también era perfecta.

"Concéntrate On", se dijo a si misma.

—Tráelos.—Un hombre extraño se acercó a ellos y trató de levarlos.

En reflejo, ambos hermanos se alejaron de aquel hombre. Al ver que no parecían apreciar que alguien quisiera agarrarlos, la propia pelirroja se acercó a ellos y los alzó.

Cuando lo hizo, frunció el ceño, los niños no deberían de pesar tan poco.

—Compra algo ligero para que ellos puedan comer.

—P-pero, señorita Catherine.

—Sólo hazlo, o planeas que los niños no coman nada.—Finalmente, el guardia que la acompañaba se dirigió a un restaurante a comprar alimentos.—Muy bien, en cuanto a ustedes, un baño y algo de ropa nueva no les hará daño, creo.

Los ojos de On se aguaron un poco, ¿porqué esta noble haría algo cómo eso por unos pobres huérfanos como lo eran ella y su hermano? Y ¿porqué la primera persona que decidió ayudarlos, entre todas las que los han visto, fue ella?

Tal y como la pelirroja dijo, llevó a los niños a la mansión Henituse para que se dieran un baño, luego les dio una ropa provisional, que antes pertenecía a sus hermanos menores, y les dió los alimentos que el guardia consiguió, junto a comida hecha por Beacrox.

No entendía la razón, pero sabía que necesitaba cuidar de estos niños, algo en su interior le ordenaba cuidarlos y protegerlos de todo. Instintivamente, ella sabía que era lo que los niños querían, y se los daba.

De forma similar, los hermanos no podían evitar sentirse a salvo cerca de la noble pelirroja. Era extraño, pero On, más que su hermano, sentía que a quien tenía a su lado era su propia madre.

Aunque tenía claro que eso era imposible, el sentimiento no se fue.

¿Sería posible que la noble los amara tanto como una madre a sus hijos?

1212 Palabras.

[Siento haber tardado tanto en actualizar,
no tengo ninguna excusa. Espero
el capítulo les haya gustado, también les
informó que ya salí de vacaciones, por lo que,
es posible, que actualice más seguido.

Si ven algún error o si tienen alguna duda acerca de la historia, díganme en comentarios.
Dicho lo anterior, tomen agua, coman, sean felices y pásenla bien].

1274 Palabras.

ESTA NO ES LA TÍPICA NOVELA DE ROMANCE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora