❝ Lo que empezó como un castigo para bosco, termino en un bonito romance con cierto chico de cabello rizado.❞
Quizá Pedro Pablo era lo que le faltaba a bosco, por más que el chico haya puesto barreras a su alrededor él fue el único en derrumbarlos...
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Después del almuerzo bosco ayudo a doña Lupita con los platos sucios, era algo a lo que definitivamente no estaba acostumbrado pero al estar en casa ajena no podía estar sin hacer nada, al ser el primer día en el hogar de los roble todavía lo hacía sentir de manera extraña, además era raro hablarse bien con Pedro Pablo después de haber pasado ciertas cosas en un tiempo no tan lejano de la actualidad.
Pues hace unos meses atrás, cuando paz roble empezó a trabajar en su casa como cocinera y se iba acercando más con su padre, al enterarse de sus malas notas en mates y tratar de que se llevarán bien lo habían asignado como su tutor de mates, bosco al ser un orgulloso no admitió en ese momento que pepa le había ayudado mucho con ciertos temas, pero era cierto que había hecho hasta lo imposible y incluso había tratado muy mal al chico rizado en su momento.
Al terminar de lavar el último plato, recordó ese último día que vio al chico rizado en su casa y como lo había hecho llorar con sus duras palabras. Seco sus manos con un trapo limpio que tenían por ahí y suspiro, mirando como el bajito estaba hablando con su hermano sobre algunas cosas que no entendía para nada, así que no se quería meter en la conversación por lo qué saco su teléfono, le escribió a su hermana.
yo
Gala, crees que más tarde puedas traer mi mochila? 16:12
con tantas cosas que tenía en mente ayer, no pensé en traerla pero la necesito para estudiar y no atrasarme más de lo que ya. 16:15
Una vez le dejo esos mensajes a su hermana, se encamino hacia el sofá que tenían en la pequeña sala, tomando asiento y sin saber que hacer trato de distraerse mirando sus redes sociales que casi nunca usaba, así que realmente no sabía que hacer y no sabía en qué momento se había quedado solo con los hermanos roble, quién pronto no tardaron en levantarse de la mesa y lavar sus propios platos pues fueron los últimos en finalizar.
El primero en salir nuevamente de la casa fue Salomón, quién se despidió del villa de cortes diciendo se que iba a trabajar en una chamba que le había salido cerca y luego el rizado hizo acto de presencia.
— Te vas a quedar aquí solo? – pregunto el bajito, estando a unos cuantos pasos del alto.
— Ya se fueron las demás? – creyó que se había perdido tanto en sus pensamientos, que no se dio cuenta de eso y lo confirmo cuando el otro asintió.
— Se despidieron de ti, pero creo que no lo notaste y bueno, tenían prisa. – alzó los hombros restándole importancia a eso. – yo necesito avanzar un poco más con el mural, así que tengo que regresar y volver más tarde a encargarme con mis deberes.
— Ah, en- – un mensaje había entrado a su teléfono. – dame un segundo.
