El Surgimiento Del Dios Solar

PARTE...44...

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Decir que Izanami-no-Mikoto estaba furiosa era quedarse totalmente corto. Mientras se cubría los ojos para evitar que su vista alcanzara a Issei, enseñó los dientes. Su cuerpo, o lo que quedaba de su cuerpo que realmente podía mover, tembló. Izanami estaba incrédula cuando numerosos pensamientos entraron en su mente.

'¡¿Cómo obtuvo ese objeto?! ¡Nunca ha entrado en el reino del Monte Olimpo!

Izanami buscó en su mente nublada, tratando de descubrir cómo un niño tonto como Issei poseía la capacidad de usar el poder del Ojo de Medusa. No tenía idea de dónde había conseguido el poderoso objeto. Ella lo habría recordado.

¡Ella tendría!

Issei se desplomó en el suelo, le dolía el cuerpo por el ataque de Izanami. Afortunadamente, la armadura lo había salvado, pero recibió todo el peso del ataque, dejando al Dios Solar indefenso.

En este punto, Issei supo que tenía suerte de haber logrado sacar el Ojo de Medusa lo más rápido posible.

Mientras colocaba su mano en el ojo derecho, que ahora estaba ocupado con el Ojo de Medusa, Issei luchaba mientras intentaba levantarse. Era una pena que tuviera que usar el Ojo de Medusa en un momento como este.

Al mirar los hombros temblorosos de Izanami, Issei se dio cuenta de que su abuela probablemente estaba pensando en la razón por la que había usado el objeto con ella en primer lugar.

En la mente de Izanami, asumió que Issei lo había usado para poder convertirla completamente en piedra, impidiéndole la capacidad de moverse. Sin que ella lo supiera, Issei solo usó el Ojo de Medusa porque estaba tratando de calmarla.

Todavía podía escuchar la respiración demacrada de Izanami, y por un momento, el Dios Solar asumió que la Diosa Sintoísta de la Creación y la Muerte finalmente había comenzado a calmarse.

"¡Me responderás ahora mismo, desgraciado repugnante!"

...Demasiado para eso.

Issei suspiró cuando finalmente recuperó el equilibrio y se puso de pie.

Su abuela realmente estaba loca, simple y llanamente. Estaba inquietantemente obsesionada con él, literal y violentamente. Issei no tardó mucho en descubrir esas facetas de su personalidad.

Pero ningún pensamiento que etiquetara a Izanami como malvado llegó a la cabeza de Issei. De ninguna manera pensó que la Diosa Sintoísta fuera malvada.

¿Loco? Seguro.

¿Controlador? Tal vez.

¿Una abuela obsesiva y posesivamente loca con tendencias yandere "sutiles"? Definitivamente.

¿Pero el mal? En lo mas minimo.

Sin embargo, Izanami tampoco fue malinterpretado. Su razón para hacerle lo que le hizo por lo que Izanagi le hizo a ella era completamente injustificada. Fue solo...

¡Estúpido!

El Dios Solar se sintió un poco molesto porque su abuela fuera lo suficientemente mezquina como para acecharlo y culparlo por algo que nunca hizo. Lo que también fue más confuso fue que él, el objeto de la obsesión de Izanami, era alguien que ni siquiera nació alrededor del comienzo de Takamagahara.