-¿Que necesitas? -su tono de voz hacia mi era muy diferente, desde que lo conozco nunca me hablo así era más lindo y si voz más calmada pero lo entiendo...fue mi culpa por haberlo dejado plantado y entendía que estaba molesto-venia a verte..hace días no vas a clases eso me preocupo -no decía nada, eso me ponía nervioso, al ver qué se dio la vuelta pensé que mejor debía irme hasta que escuche su voz de nuevo.
-pasa
Entre a su casa, bueno, departamento, era inmenso cada rincón estaba decorado con alguna pintura o algo por el estilo, tenía ese toque elegante que lo caracterizaba. Me indico que me sentará y sinceramente estaba muy nervioso, ninguno de los dos hablaba hasta que decidí romper ese incómodo silencio entre ambos.
-yo...
-¿A qué viniste?
-ya lo dije..
- Ya me viste, entonces puedes retirarte. -se levanto a lo que mis instintos me hicieron levantarme y tomarlo de la mano, me miró con decepción como si me pidiera que lo dejara en paz
-solo...escucha, y después me voy lo prometo...-sin embargo se soltó de mi y se fue a su habitación cerrando con seguro, desde afuera hablé- lamento mucho el no haber aparecido ese día, llegue ya tarde justamente cuando te ibas, me sentía muy feliz de verte pero mis piernas no reaccionaban y tenía miedo...tenía mucho miedo de aceptar que me gustas, no quiero salir lastimado de nuevo.. lamento el haberme alejado de ti de esa manera y no explicarte nada, lo siento mucho y si no quieres verme...yo...lo entenderé
Dicho esto me di la vuelta y tome mis cosas, estaba por abrir la puerta para salir de ese lugar y dejarlo en paz como el me lo había pedido minutos atrás pero sentí una calida presencia detrás mío envolviendome en un abrazo, su olor inundaba cada rincón de mis fosas nasales, me embriagaba de el, mi corazón salto de alegría al sentirlo tan cerca de mi, nuevamente sosteniendome en esos brazos en los que me siento protegido. Me gire quedando de frente a el a lo que sin esperarlo tomo mi rostro y me beso, me beso de la manera más dulce y tierna como jamás me habían besado, no necesitaba decirme nada cada rose de nuestros labios era una expresión de cuanto nos deseábamos los dos, no un deseo sexual, uno de amar, un deseo de sentir ese amor mutuo siendo expresado en un simple gesto como este. Al separarnos lo mire con una pequeña sonrisa, iba a decir algo a lo que el puso su dedo sobre mis labios callandome.
-Callate y no digas nada Su...te vuelves a alejar y en mi vida te hablo de nuevo, no importa que tanto te ame, me voy ¿Entendido? -aquel tono de mandato pero aún conservando ese toque delicado de su voz me hizo sonreír, tome su mano y la acaricie
-no me alejaré de nuevo, lo prometo
Aquel día me quedé en su casa, comimos, charlamos y arreglamos lo sucedido aquella noche del beso, ambos nos disculpamos por las actitudes quedando en buenas condiciones...
Los días pasaban y nuestra relación se fortalecía cada vez más, aún que, aún no sabía con exactitud lo que éramos, el era muy cariñoso conmigo, me llevaba flores, me dejaba notas, me abrazaba o traía de la mano en cualquier lugar y jamás le importaba lo que los demás dijeran. Aveces no sabía cómo reaccionar a tanto cariño, no lo había recibido y el hecho de que me tratara así era... diferente.
Aún así, aveces sus celos lo llevaban a meterse en...
-¡Su-hoo! -me llamo una chica tratando de controlar su respiración desde la puerta del aula, la mire -Camilo está...
Ni siquiera la dejé terminar, escuché el alboroto a lo que me levanté de mi asiento rápidamente y fui con ella
- Date prisa, gracias por avisarme. -corri hasta el patio, pude ver de lejos lo que estaba pasando y escuchar ese "¡Con mi novio cuidas tu boca hijo de puta!" Me confirmó que nuevamente estaba peleando por alguna estupidez que le dijeron de mi. Me acerque a la escena- Camilo, detente
-no, no hasta que a este imbécil le quede claro... -golpeo nuevamente la mejilla del chico haciendo que esté ya medio inconsciente le suplicara de detuviera, le pedía perdon o almenos eso se entendía en sus murmullos...
-Camilo, ¡Detente! -me acerque a el y tome su brazo, sabía que el no me haría daño y lo confirme cuando se detuvo soltando de manera brusca a aquel moribundo sujeto. Tome su rostro entre mis manos e hice que me mirara. -Ya cálmate, esto te traerá problemas
- que controle su maldita boca ese hijo de perra.
-Camilo, ya. Mírame -el chico hizo lo que le dije, su mirada furiosa fue reduciendo con cada caricia que dejaba sobre su rostro- todo estará bien, ahora te llevaré a la enfermería y hay que curar eso ¿Okey?
Fuimos a la enfermería, al entrar fui directamente al estante para buscar el botiquín, una vez lo obtuve me acerque a el y cure sus heridas con sumo cuidado o almenos un intento hice...
- así que tú novio eh -mencione mientras guardaba las cosas
-eso eres, almenos para mí..¿O no quieres?- lo mire
- nunca me lo propusiste, así que no sabía que eras mi novio. -al ver qué se puso de pie me tense, lo mire atento mientras el se acercaba a mi, tomo mi rostro
- en ese caso. ¿Me concedería el honor de ser su novio?. Prometo hacerlo feliz, estar en cada momento sea bueno o malo, amarlo con todo mi corazón y con todo mi ser sin reprimir un solo momento el sentimiento.
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𝓕𝓲𝓷𝓪𝓵 𝓭𝓮 𝓷𝓾𝓮𝓼𝓽𝓻𝓸 𝓼𝓲𝓮𝓶𝓹𝓻𝓮
Romanceprologo En un día común y corriente para el mundo exterior una pareja se formó, uniendo dos vidas a una sola, dos almas que se encontraron en un día cualquiera y se unieron como si un mañana no hubiera entregándose sin retención alguna de cada inten...