~ Issabella ~
El despertador sonó por tercera vez, así que decidí hacerle caso esta vez.
Me levanté, y abrí las cortinas y las ventanas para dejar pasar la luz del sol.
Seguido de esto, tome una ducha y me prepare para otro día en el colegio.
Primer día de clases, súper divertido, espero que se haya notado el sarcasmo.
Cuando estuve lista baje para encontrar a mi madre en su computadora y a mi padre hablando por teléfono.
«típico» pensé.
Tome un vaso con jugo de naranja, y lo bebí sentada en la sala.
-Buenos días Issabella.- dijo mi madre sin apartar la mirada del computador.
-Buenos días mamá, buenos días papá.- dije terminando mi jugo.
Mi padre sólo asintió y me dedico una sonrisa, y volvió a su conversación por teléfono.
Se lo que piensan, lo se, somos como tres extraños viviendo juntos, desde que mi abuelo murió y le dejo la compañía a mi padre ha sido así, y de eso ya han pasado unos 9 años, es cuestión de acostumbrarse.
-Me voy, nos vemos en la noche.- dije mientras tomaba mis llaves.
Ninguno respondió, típico.
Mathew me estaba esperando, me abrió la puerta del auto.
-Buenos días señorita Ford.
-Buenos días Mathew, ya no se cuantas veces tendré que repetirte que me digas sólo Issabella.
El sólo me dedico una calida sonrisa y me hizo una seña para que entrara al auto.
Mathew es mi chofer, por muy estúpido que suene el hecho de que tenga un chofer, pero fue idea de mis padres, el puto es que Mathew ha estado conmigo todos estos años, desde que mi familia se hizo millonaria de un día al otro por la empresa de mi abuelo, así que el es una de las pocas personas con las cuales puedo ser la vieja Issa, no esta nueva Issabella, una Issabella cínica y sarcástica, que usa esa máscara para evitar que las personas se le acerquen.
Mathew me contó como estaba su esposa, la señora Annabelle, y sus hijos Mathew Jr. y Alessandro.
Cuando llegamos al colegio, me abrió la puerta y se despidió de mi, con otra de sus calidad sonrisas, la cual le devolví.
Camine hasta mi primera clase: química.
Se lo que se preguntan: ¿por qué si tiene tanto dinero esta en un colegio en vez de tener profesores privados?
Me pregunto lo mismo todos los días, supongo que mis padres quieren que mantenga lo que ellos llamarían "una vida como cualquier otra chica".
Pues, no a todas las chicas "normales" las trae un chofer, así que no veo el punto, pero no vale la pena discutir con ellos.
Llegue al salón y tome asiento en la parte trasera, ya que era la que estaba libre, junto a un chico al cual todos molestaban, no se cuál es su nombre a decir verdad, y tampoco me importa saberlo.
Saque mi libreta y mi lapicero, jugué con el lapicero mientras esperaba que llegara la profesora, cabe resaltar que lleva ya 10 minutos de retraso.
-Hola.- dijo el chico.
Voltee a verlo y asentí a manera de saludo.
- ¿Cómo te llamas?.- pregunto después de unos minutos.
- Issabella, ¿y tu?.- no me queda más que contestar por educación.
- Soy Adam.
Volví a asentir pero esta vez sonriendo a medias, quiero do dar por acabada la conversación.
Adam lleva lentes, tras los cuales se ocultan unos ojos grandes y azules, un azul muy oscuro, lleva una capucha cubriendo su cabello color marrón y esta sentado con la espalda corvada.
Por fin llego la Sra. Toller, la profesora.
Tome notas, y al cabo de dos horas término la clase, gracias al cielo.
Termine de recoger mis cosas y meterlas en mi bolso, cuando siento que alguien toca mi hombro.
-¿Qué pasa Adam?-. Pregunté al ver quien era.
- Me caes bien-. Dijo sonriendo.
¿Qué clase de broma es esta?
Acabo de conocerlo, ni siquiera eso, ya que no lo conozco para nada, ¿cómo voy a caerle bien?
Abrí la boca para responderle, pero el fue más rápido.
-Se lo que piensas, ni siquiera nos conocemos, pero hay algo en ti que me agrada, además, fuiste la primera persona que en el colegio no me ha tratado mal, o me ha visto de mala manera.- dicho esto, se fue sin antes sonreír.
Eso fue algo muy, extremadamente extraño, pero no le día importancia y me fui a mi siguiente clase, Psicología.
Al llegar tome asiento en la parte delantera, ya que casi nadie había llegado.
Al cabo de unos 5 minutos empezaron a llegar las personas.
Una chica se sentó a mi lado, ella usualmente se sentaba adelante, así que no le di importancia, su nombre es Martha, o algo así, la verdad nunca he intercambiado más de diez palabras con ella, así que no recuerdo.
Es una chica inteligente, muy inteligente, tiene el cabello ondulado y marrón, y los ojos color miel-mostaza.
Al llegar la profesora nos dijo que hiciéramos un círculo y sacáramos una hoja y un lápiz.
Cuando terminamos de hacer lo que había dicho, dijo:
-Vamos a realizar una actividad que consiste en lo siguiente: en la parte superior de la hoja van a escribir su nombre y apellido, y la pasarán a la persona que esta a su lado, cada uno debe escribir algo de la persona dueña de la hoja, pero será anónimo, ¿entendido?
Todos asentimos e hicimos lo que nos había dicho, todo iba bien, hasta que me llego una hoja de un tal "Lucas Lawler" la verdad no tengo ni la menor idea de quien es esta persona, debe de ser nuevo.
Así qué sólo escribí 5 palabras:
"No te conozco, lo siento"
Eso debe bastar.
Al terminar, la profesora le entrego a cada uno su papel...
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Nota del autor:
Holaaaa, bueno, díganme que les parece y si quieren que siga subiendo! ¡Si les gusto voten!
Bueno, chau espero que les haya gustado❤
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En manos del destino
RandomUna historia que cuenta, como dos jóvenes tan diferentes como el verano y el invierno, están destinados a estar juntos, por muy difícil que sea, sin importar los obstáculos que les ponga el destino. Por más irónico que suene que el destino los quier...