Israappy 🤫😋

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Si la pregunta es cómo llegaron a volverse amigos, la respuesta es que Meizhōu lo vio como una manipulable presa desde un principio.
Después de todo era difícil controlar un instinto animal así de fuerte cuando el demonio parecía tan débil.

Al final, Meizhōu no era más que un pobre jaguar buscando hacer dinero vendiendo drogas de calidad media a un precio relativamente accesible.

Buscando clientela en la costa más reconocida de la región entre aquellos que parecían tener alguna que otra adicción y pocos recursos, un agrupamiento de personas con cámaras y tontos accesorios gatunos en el sendero principal llamó su atención, la bulla era distractoria para cualquiera con un oído felino.

Su curiosidad, que a pesar de no ser un gato como tal, lo representaba bastante bien, le llevó a acercarse para preguntar qué tipo de evento era ese a quien parecía liderar la muchedumbre. Fue bastante gracioso encontrarse con turistas interesados en una caminata guiada por la ciudad. No causaría ninguna buena impresión si reía en sus caras, pero lo que sí la causaría, sería acompañarles por el resto de la caminata para que pudiesen observar a un hombre jaguar como él gratuitamente, quizá así conseguiría algo más, después de todo había unas cuantas entidades interesantes entre ellos.

Tener contactos siempre es positivo en un rubro como el suyo, especialmente ese tipo que podía ver de reojo. Era realmente emocionante tener un demonio tan cerca, era una oportunidad única, si conseguía su atención tal vez podrían hablar de los asuntos realmente importantes.

Pero... ¿Por qué ese demonio le observaba tan encantado? Si le echaba un vistazo directo quizá descubriría sus verdaderas intenciones, seguramente él también estaba allí para hacer un par de negocios, no había manera de que realmente estuviese allí por gusto propio, ¿No?

No es necesario decir cuan ingratamente sorprendente fue para Meizhōu el cruzar miradas con un demonio por primera vez y que fuese tan... Decepcionante.

Al parecer un simple felino era suficiente para estampar una sonrisa genuina en su rostro, ¿Por qué? La inocencia y el brillo en sus ojos era estúpida, un demonio jamás sentiría admiración por alguien como él, juraba que hasta sus mejillas se habían puesto rojas de sólo verlo, era desagradable.

Disimular su disgusto fue más difícil que conseguir la confianza de ese hombre.

Y con esa confianza, sus secretos y aflicciones.

Así fue como Meizhōu entendió que tenía un diamante en bruto en sus manos.

LOREWhere stories live. Discover now