chisito zhakaroso

4 0 0
                                    

Respondiendo las dudas anteriores, Chisai vivía en un monoambiente con su madre y no, no dormía allí por las noches. Muchos se preguntaban cuál era su cama, porque parecía no tener una y simplemente se asumió que tenía una alfombra en la que acostarse, ese rumor incluso salió como parte verídica del caso ya que el niño no colaboró con la información.

Chisai no necesitaba una cama porque Chiari se encargaba de entregar a su hijo por las noches a cambio de dinero, entonces no tendría que prepararle la cena, no necesitaría una cama, ella estaría tranquila en su casa y de paso ganaría unos billetes que le serían realmente útiles para mantener su estilo de vida y hasta más.

Chisai fue vendido a múltiples hombres humanos, quienes ofrecían una gran cantidad de dinero con tal de saciar su fetiche por los felinos y su enfermedad mental de poseer a un niño tan pequeñito como lo era él.

Una de las peores experiencias de Chisai a sus seis añitos fue con un hombre de unos 73 que estaba frustrado por su disfunción eréctil y su esposa ya no le atraía a la vista, ni las prostitutas más jovenes, pero luego de ver al niño se convirtió en un cliente frecuente sin siquiera dudarlo.

Otros contrataban al niño y cuidaban de él, aunque Chisai solía pensar que eran buenas personas en realidad el cuidar del niño era con las peores intenciones que por pura suerte, muchos de ellos no tuvieron la oportunidad de satisfacer.

Esa suerte tenía nombre y apellido.

Zhakar Korhonen, su padre.

Se le había asignado un caso de un hombre de 38 que frecuentaba barrios pobres para encontrarse con menores de edad, les ofrecía comida y luego abusaba de las más grandes, quienes apenas tenían 17 años. Ese hombre era el hijo de un político muy influyente a quien no le tembló la mano al darle más de un millón y medio de dólares al fiscal Zhakar, que estaba de parte de la víctima, para que manipulase el caso.

La idea era afirmar que la víctima estaba mintiendo con sus acusaciones y probar que sólo quería sacar beneficio del dinero de aquél hombre millonario, quien "sólo buscaba sacarla de aquella situación tan horrible a ella y a sus hermanas"

Luego la callarían con una suma ínfima y ofrecerían sacarla de la ciudad con sus hermanas.

Zhakar sabía que la víctima sería asesinada si metían  al hombre en la cárcel con la finalidad de silenciarla y a él simplemente le quitarían el apellido para fingir que jamás había sido parte de la familia.

Quería hacer justicia pero sabía que eso no existía cuando un inocente se enfrentaba a alguien poderoso, por eso solía aceptar el dinero de aquellos hombres capaces de matar un barrio entero sin recibir un castigo y dejar a las víctimas en prisión con tal de que sigan vivas, de todos modos saldrían en algún momento por más cruel que fuese.

Lamentablemente accedió a la única opción que tenía; aceptar el dinero y dejar libre a ese hombre horrible.

Ningún billete le quitaría la angustiante sensación que le dejó el llanto de esa niña quien gritaba desde lo más profundo de su desnutrido cuerpo que todo eso era mentira, que todos estaban locos, incluyendo a sus hermanas que testificaron en contra de ella, ya que recibieron la noticia de que si mentían podrían salir de ese lugar juntas y además les pagarían por ello.

Y así fue, las niñas fueron enviadas fuera de la ciudad, incluyendo parte de la familia materna de la víctima.

Pero Zhakar decidió tomarse un descanso, esa era la primera vez en sus 8 años de carrera que le tocaba un caso relacionado a menores. De todas formas tenía el dinero suficiente para vivir una vida entera sin necesidad de seguir trabajando.

LOREWhere stories live. Discover now