Capítulo 3

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Jueves 16 de febrero, 20:22 pm.

El cine es muy bonito, es grande, alfombra azul con lunares rojos, columnas enormes, a la derecha hay una barra con maquinas para sacar los tickets. En el centro se encuentra el mostrador donde están mis compañeros renegando con la gente. Detrás de ellos esta la maquina de palomitas, maquinas de gaseosas, juguetes de algunas películas, etc. Los jueves en el cine son bastante descontrolados, ya que se estrenan varias pelis esos días. Las parejas, los padres, niños corriendo por todos lados... Sin dudas, los jueves son los peores días. Morgan y yo rellenamos los papeles para que las personas que compraron las entradas virtualmente, puedan retirarlas a través de ella.

—Mira esa pareja de allí —apuntó con la cabeza—. Parece que están discutiendo.

Levanté la mirada, era una pareja de adolescentes. Él era un pelin mas alto que ella, delgado, tenía el cabello castaño con mechas rubias, gafas grises. Ella es muy bonita, pelirroja, ojos azules, tenía el pelo atado en una coleta. La chica estaba de brazos cruzados y la mirada clavada en el suelo, mientras que él no paraba de decirle cosas.

—¿Por qué estarán discutiendo? —pensé en voz alta.

—¿Infidelidad? ¿Dinero? ¿Le ensució las gafas?

Reí.

—Sea lo que sea no tendría que hacer eso. Además están en público.

—Los adolescentes son algo idiotas —concluyó Morgan.

En ese momento vimos que ella se retorcía, pues, el muy imbécil la sujetaba con fuerza del brazo. Dejé el rollo de papeles a medio guardar y salí disparada hacia ellos.

—Oh, no, no, Nati —Morgan me alcanzó tomándome del brazo—. Ya tenemos suficientes problemas aquí, como para agregar otro a la lista.

—Esa chica podría ser mi hermanita o la de Kelly.

Morgan me soltó y ambas nos paramos frente al chico. El chico era de la misma altura que Morgan, en cambio, yo era de la misma altura que la pelirroja. Puse mi mano sobre el brazo del chico.

—¿Estás bien? —le pregunté a la pelirroja.

El chico me miró con una sonrisa inocente.

—Estamos bien, chicas. Solo teníamos una pequeña discusión.

—No te preguntó a ti, imbécil —le dijo Morgan.

La expresión de miedo de ella fue aumentando. Saqué la mano del brazo de él.

—Sueltala, creo que puede caminar por sí sola.

Él obedeció.

—Vamos, nena. Nuestra película está por empezar.

El chico caminó, pero ella seguía sin moverse.

—Julia —habló entre dientes.

Puse la mano en la espalda de Julia, estaba temblando.

—No sé si es tu novio o no, pero no tienes que irte con él si no quieres. Puedes quedarte con nosotros hasta que alguien mayor venga a buscarte —sugerí en voz baja.

El idiota se apresuró a tirar de su brazo, Julia apretó mi mano rápidamente.

—Me parece que verás la película solo. Julia no quiere ir contigo.

—Julia, no hagas una escena —pidió frunciendo el ceño.

—Mejor no la hagas tú —añadió Morgan.

—No se metan, es mi novia.

—Tu novia no quiere estar contigo, ¿o no te das cuenta? —me paré delante de Julia que seguía apretando mi mano con firmeza.

El chico del clubDonde viven las historias. Descúbrelo ahora