"Vulturi" | Carlisle Cullen [BL]

9.3:

“... Me disculpo por amarte, no sabía que el amor podría ofender... ”
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—¡André! —Carlisle detiene al chico cuando se dispuso a irse, tomándolo de la muñeca. Pero Alistair, quien estaba allí, se interpone entre ellos, tomando la muñeca de Carlisle para apartar su mano de André, dándole una mirada de molestia.

Carlisle entendía su actitud, fue Alistair quien le contó sobre André y sus hermanos cuando estuvo con los Vulturi, donde se conocieron. Carlisle nunca le contó que él había logrado conocer a André, escondiendo lo que había ocurrido.

—Está bien. —el chico de cabello cobrizo toca el brazo de Alistair, haciendo que suelte a Carlisle. —Hablaré con él. —dice de manera sencilla. —Ve adelante. —le pide a Alistair, quien duda por un segundo antes de irse. No quería que André pasara ni un minuto al lado de Carlisle, no quería que se siguiera lastimando con eso. —Carlisle —André se dirige al nombrado, hablando cuando se asegura que Alistair está bastante apartado de ellos.

—Gracias. —Carlisle dice. La manera en que su mirada brilla le indica a André que por primera vez está siendo sincero con al menos su sentimiento de gratitud.

—He dicho-

André iba a mencionar que no lo había hecho por él, cuando ve a Carlisle arrodillarse, lo cual le sorprende al punto de que su mirada se agranda, incrédulo.

—¿Qué haces?

—Te prometí que haría lo que fuera.

André tarda unos segundos en procesar y entender las palabras y la situación ante él.

—¿Y piensas que lo que quiero es tu muerte? —deduce que es lo que, erróneamente, Carlisle cree que quiere. —Carlisle, pude haberte hecho sufrir permitiendo que los Vulturi les atacaran, o hacerlo por mi cuenta mientras te obligo a ver cada una de las muertes de tu familia. —tenía la facilidad de hacerlo, Carlisle había sido convertido por él, al menos cuatro de los integrantes de su clan habían sido formados por el propio Carlisle, el veneno estaba allí. Pero, en ningún momento desde que despertó, pensó en asesinar a Carlisle. No podía, porque eso significaba perderlo a él también. Perder a otra persona que quería. —Pero... No es lo que quiero, no es lo que realmente deseo. —con la aparición de Alistair y la intervención de Alice y Jasper, André logró calmar sus sentimientos lo suficiente para pensar con la cabeza fría, escuchando lo que los demás tenían para decir. 

Y cuando Alice le contó sobre todas las muertes que podría causar una pelea entre ambos clanes, André decidió que estaba cansado de las muertes. —Me odio más a mi que a ti, porque aún cuando me has lastimado, me has quitado e incluso mantenido en un ataúd, mi corazón te sigue amando. —André confiesa, acercándose para sostener el rostro de Carlisle en sus manos; está vez de una manera amable, manteniendo su vista en el dorado de su mirada. —Y es más doloroso que cualquier otra cosa. —su voz se rompe. —Ni siquiera tu muerte va a aliviar eso. Te condenare a mi lado, manteniéndote vivo. Puedo ver cuanto te mortifica mi presencia aquí, el recuerdo de tus errores, como dices. —acaricia con sus pulgares la pálida piel que alguna vez deslumbraba con vida. —No os venguéis vosotros mismos, amados míos, sino dejad lugar a la ira de Dios; porque escrito está: Mía es la venganza, yo pagaré. —recita soltando a Carlisle con un sentimiento tan áspero en su pecho, limpiando rápidamente las lágrimas que estaban a punto de salir.

—No es... No es como crees. —si bien en el pasado Carlisle temía por sus sentimientos no sólo hacia otro hombre sino hacia un monstruo, lo que se proyectaba en ese momento en su mirada no era miedo. Era pena por él, por André, por la forma en que se desarrollaron las cosas entre ellos... Era el miedo a no poder enmendar, por primera vez, sus acciones. No tenía el control sobre esto.

—Carlisle, no sé si pueda perdonarte, quizás nunca lo haga. —André dice dándole la espalda al rubio que se levanta de sobre la nieve. —Lo siento. —dice con sinceridad, refiriéndose a los sentimientos que mantenía por él. Si no hubiera sido tan codicioso, no hubiera arruinado las cosas con Carlisle, lo que quizás no hubiera llevado a perder a sus hermanos. —Pero, antes de irme... dime, sinceramente dime Carlisle, sin versos elegantes o regaños, ¿Sentías al menos algo por mi? —André le da un mirada por sobre su hombro, sin girarse enteramente hacia él. —¿O me imaginé todo? Aquella noche, si no hubiera sido un vampiro, si no hubiera sido esa época, si no hubieras sido criado por un pastor... ¿Me hubieras aceptado?

—Es... No. —Carlisle aparta la mirada. —No hubiera podido. —era la verdad. En el pasado, el no hubiera podido hacer frente a sus sentimientos.

—Eso temía. —André no necesita escuchar más nada. Se va de allí sin ver atrás. El siempre amaría a Carlisle, pero él nunca podría aceptarlo.

Y por primera vez desde que André estaba de nuevo entre ellos, Carlisle siente que le está perdiendo para siempre, generando en él un sentimiento extraño. 

—¿No crees que estás cometiendo un error? —una voz que reconoce le hace reaccionar, girando en dirección a la chica.

—Alice.

—Carlisle, has cuidado de nosotros por mucho tiempo... —ella toma su hombro. —Es momento de que te devolvamos todo ese cariño que nos has dado. —¿Y que manera más indicada, que metiéndose en su vida amorosa?

Cuando descubrió que los Vulturi irían por ellos por causa de Irían, se fue con Jasper en buscar de alguna solución para evitar el enfrentamiento. Cuando Carlisle fue en busca de André, sus visiones hacia el futuro eran un vaivén de situaciones entre los sentimientos confundidos de Carlisle que le hacían dudar de sus acciones. Pero, en algunas, vió algo bueno, algo que podría ser hermoso si Carlisle paraba de ser obstinado sobre sí mismo. Fue a hablar con André, porque presintió que sería más sencillo.

—Volvamos con el resto. —Carlisle le dice a Alice, pensando en sus palabras.

—Aún no lo has perdido. —ella sin embargo lo detiene. —Aún puedes arreglarlo.