Mejor a tu lado - Bospa

7

Había estado dándole vueltas al asunto una y otra vez, mi mente no dejaba de pensar en la conversación con Bosco. Incluso estuve leyendo el libro, quiero poder comprenderlo mejor, analicé muchas frases del libro y puedo entender porque a Bosco le gusta tanto.

La cuestión es como hablar con él, sé que no puedo cambiar lo que piensa, pero me gustaría hacerle saber que las cosas no son como piensa.

Por el momento me ocuparé en la fiesta del Barrio, ahora que mi tía Paz está libre, gracias al abogado recupero su restaurante y teníamos que festejar a lo grande.

Había mucha gente conviviendo por todo el lugar, comiendo, jugando, niños, jóvenes, adultos, mi familia e incluso el señor Kenzo estaba aquí. Me pregunto si el señor Esteban también vendrá y si sus hijos lo acompañarán.

— ¿Ya viste quien llego? — pregunta Salo mientras con una sonrisa me indica con su cabeza que mire.

Más rápido de lo que pensé, la familia Villa de Cortés hizo acto de presencia. Incluso Bosco a quien no se le veía buena cara, aunque ya es algo típico de él.

No sabía si él quería hablar conmigo, o si yo debía dar el primer paso, pero no encontraba el momento conveniente para hablarle.

Estuve simplemente mirándolo un rato, esperaba que él también lo hiciera, pero no, solo se mantuvo ocupado vigilando y jugando con su hermano menor.

Tal vez sea algo ilógico, pero creo que ya sé que hacer. Entre a mi casa rápido, tomé el libro que estaba sobre mi cama y salí directo hacia donde se encontraba Bosco.

Este me miró en cuanto me pare frente a él, su hermano aprovecho para escaparse e irse a jugar con otros niños.

— Hola Bosco.

— Hola — dijo — ¿Qué es lo que quieres?

— Quería devolverte esto. — Le tendí el libro que me dio en mi cumpleaños.

— Era un regalo, pero da igual, dámelo. — Bosco tomó el libro arrebatándolo de mis manos.

— Ya lo leí, entiendo porque es tu favorito, lo entiendo perfectamente. — Mantuve mi tono de voz suave.

— No quiero hablar con un mentiroso. — Bosco por el contrario hablaba fuerte y me miraba mal, sé que se está dejando llevar por lo que cree y yo estaba aquí para que me escuchara.

— Tus palabras me lastiman Bosco, pensé que ya éramos amigos. — "O algo más" pensé.

— Pues eso quiero, lastimarte, entiende que no te necesito en mi vida ni ahora ni nunca — soltó bruscamente, seguramente mi semblante mostraba lo mucho que me dolieron sus palabras.

— En este mundo de gente falsa tu si me importas de verdad, ojalá algún día me permitas conocer a tu verdadero yo, aunque sea un poco.

— Ni yo mismo lo conozco — dijo Bosco relajando sus facciones.

— No me alejes de nuevo Bosco, yo puedo ayudarte a encontrarte a ti mismo — me acerque bastante a él, tome una de sus manos.

— No puedo, estoy muy confundido, no quiero verte por ahora — Bosco se soltó de mi agarre y se fue.

Esto va a ser más difícil de lo que creí, yo sé que Bosco es una buena persona y también entiendo porque es difícil que crea en mi después de todo lo que ha pasado.

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Un sonido de alerta me saco de mis pensamientos, una notificación llego a mi computadora indicando un nuevo correo electrónico.

Sentía bastantes nervios, la última vez no obtuve buenas noticias respecto a la universidad en España a la que buscaba obtener una beca y poder irme a estudiar allá.

«No creo poder hacer esto solo», pensé mientras me mordía las uñas de nerviosismo.

— ¡Salo! — grite.

— ¿Qué paso Pepa? — mi hermano entró al cuarto sentándose junto a mí en la cama.

— Ya me llegaron los resultados de la universidad.

— No manches y ¿te aceptaron? — negué con la cabeza a lo que Salo abrió mucho los ojos.

— ¡No! Digo, es que estoy muy nervioso para mirarlo yo, hazlo por mi — le pase la computadora a Salo.

— Bien, aquí vamos — solo veía a mi hermano dar varios clics en el teclado mientras miraba fijamente la pantalla, el corazón me latía más rápido casi podía escuchar mis latidos.

— Pepa

— ¿Qué? — su cara estaba seria, no sabía si eso era bueno o malo. — Dime, estoy listo.

— Bueno pues aquí dice que — Salo dejo la computadora en la cama mientras suspiraba y hacia una pausa para continuar hablando — ¡Te aceptaron! Muchas felicidades carnal, te lo mereces de verdad.

Acto seguido Salo me abrazo, seguía pronunciando palabras, pero yo ya no lo podía escuchar, después de escucharlo decir que me aceptaron una paz gigante inundo mi cuerpo, me sentía flotando y una felicidad inmensa se apoderó de mi ser.

— ¿Cómo te sientes Pepa? — pregunto Salo.

— Muy feliz, sabes que este ha sido mi sueño desde siempre.

— Tenemos que festejar, si le decimos a mi tía Paz ella te puedo organizar algo y ...

— Espérate Salo te estás mal viajando, acuérdate que todavía no le digo a mi mamá, no sé cómo se lo vayan a tomar todos — la angustia de cómo reaccionará mi mamá es algo que todavía me tiene intranquilo.

— Pues deberías decírselo pronto, ya solo faltan unos meses para que te tengas que ir, no lo dejes para último momento — Salo me dio unas palmadas en el hombro y se fue.

Era verdad, no podía seguir ocultado la noticia más tiempo.

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Un capítulo que tenía en borrador, yo esperaba basarme en la historia de la novela...

En fin, voy a desarrollar la historia de los chicos, más enfocado en Pepa que es el personaje principal, a los que leen mi historia se los agradezco:)