DIEGOLa discoteca de Ponte caldelas, prestigio, siempre estaba llena, razón demás para no ir. Pero esta vez, con la tontería de superar mis miedos y salir de mi zona de confort Oliver consiguió arrastrarme.
Y no sé para que, porque acabé con él borracho a mi lado y bailando sin ritmo alguno, justamente por eso no me gustaba acompañarlo a fiestas, porque siempre acababa así.
-¡Anímate un poco tío! -Me gritó al oído.
-¿Yo? Pero si soy el alma de la fiesta ¿No me ves? -Respondí con la expresión mas neutral del mundo.
-Que funny eres Diego, me parto -Respondió y siguió bailando.
-Me quiero ir -Le dije al oído- Está muy lleno, todo el mundo me está tocando -Me arrimé a la pared lo máximo posible.
-¡Pero si acabamos de llegar!
-No. Llegamos hace diez copas, mínimo. Y todas tuyas -Le cogí el brazo- Acompáñame a la puerta porfa.
-¡Vale pesado -Aceptó con resignación- ¡Voy al baño y vuelvo! -Se alejó y lo perdí de vista.
Joder -Murmuré para mis adentros y me quedé con cara de poker mirando a la multitud.
-¡Diegui! -Escuché la voz dulce de Andrea Souto y miré hacia mi izquierda, la vi corriendo hacia mí con Alysa detrás suya. Llevaba un vestido de purpurina lila y una copa en la mano.
Suspiré aliviado.
-Menos mal, he perdido a Oliver -Le dije, y ella me abrazó a modo de saludo. So colonia cara inundó mis fosas nasales. -Has venido con Pedro? -Le pregunté alzando una ceja, quería spoilers si me iba a encontrar con ese energúmeno
-¡De ese cerdo ni me hables! -Se separó inmediatamente con cara de ofendida- ¡Lo dejé! -Tomó un sorbo de su copa y sus ojos se posaron en mí, entonces la dulzura volvió- ¡Ya me dijo Alex que me hiciste caso!-Me gritó en el oído. -Así me gusta ¡Andrea siempre tiene razón!
-Sigo cabreado -Rodé los ojos.
-Ella se empezó a reír- ¡Ya no creo en los hombres heterosexuales, Diego!
-¿Eh? -Reí- ¿Estás borracha verdad?
-Templado -Se dió la vuelta y cogió el brazo de una chica que estaba de espaldas -Esta es Alysa ¿Ya la conoces, no?
-De vista. Encantado. Ella asintió o hizo algo raro, tenía pinta de motera, y el enorme tatuaje de una moto que cubría su brazo no lo desmentía -Le di dos besos. -¿Me acompañáis afuera? Me estoy muriendo del agobio y no quiero perderme por el camino.
-Claro, vente -Andrea me cogió del brazo y yo me dejé guiar, Alysa seguía nustros pasos, de reojo vi a Hugo Arias y me pregunté si Chema andaría cerca.
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Al otro lado de la acera (boyslove)
Teen FictionDiego Martínez vive encerrado en una burbuja, un método de autodefensa para no tener que revivir sus traumas, mientras tanto Alex Perez, acaba de volver del centro de menores dispuesto a ganarse su perdón por un detalle que ocurrió el año pasado, ¿S...