11. Contaco físico

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ALEX

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ALEX

En frente mía tenía al paliducho, empanado, rubio, bola de disco, ahora borracho (Se iban sumando adjetivos a la lista) de Diego Martínez mirándome cómo si hubiese visto a un tío por primera vez.

Lo había llevado a una pizzería cercana a la discoteca. Sus ojitos marrones le brillaban mazo (aunque teniendo en cuenta las pijoladas que dice, serían color miel verdoso hazel o alguna mierda de esas)

—Que sepas que sigo cabreado contigo—Dijo arrastrando las palabras un poco, segundos antes de desplomar su cabeza en la mesa, justo cuando la camarera dejó la pizza en ella.

—Gracias —Le dije a la mujer antes de mirar de nuevo a Diego— Come, que das mal rollo borracho.

Le revolví un poco el pelo y él murmuró algo levantando la cabeza.
Cogió un trozo rodando los ojos y se puso a masticar, haciendo muecas y relamiendo sus labios.
Labios que sorprendentemente estaban un poco resecos, y eso que él siempre los tenía mazos hidratados.

—¿Que miras? —Sus ojos verdes se clavaron en los míos.

—No nada —Sacudí los hombros cogiendo un trozo de pizza también.

—¿Que que miras? —Insistió con poca paciencia.

Dejé de masticar y me quedé en silencio por unos segundos —Tienes los labios secos. Eso miro.

—Asintió— Me dejé el cacao en casa...Creo —Respondió frotándose los ojos— Creo que voy a vomitar —Se levantó torpemente.

Inmediatamente solté el trozo de pizza y lo seguí. Él se apoyó en mi para llegar al baño —¿Es por el alcohol o la ansiedad? —Pregunté.

Diego me miró mazo confundido mientras entrábamos en el baño y yo cerré la puerta detrás nuestra.

—¿Que? He echo mis investigaciones chaval ¿O que te piensas? —Sacudí mis hombros apoyándome en la puerta— Que ya parece tu marca personal lo de echar las tripas delante mía.

Diego frunció el ceño mirando hacia su bolsillo, del cual sacó su barra de labios.

—Anda —Murmuró acercándose al lavabo para aplicárselo.

Yo le seguí, viendo su reflejo en el espejo.

—¿No deberías de vomitar primero alma de dios? —Me reí un poco— Si se te va ir igual.

Él destapó la tapa de la barra negando con la cabeza —Odio vomitar —Suspiró.

—¿Tanto? —Observé sus movimientos desde atrás suyo.

Al otro lado de la acera (boyslove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora