7. Sabores

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ALEX

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ALEX

Esto era de las cosas que mas había echado de menos durante el casi año que estuve en el centro de menores de Santiago. ¡Las pedazo tostadas que hace mi madre!

-Si el mismísimo dios bajase -Comencé a hablar mientras masticaba- de los mismísimos cielos, y me dijese que me voy a morir y que puedo elegir como, ¡Yo diría, atragantándome con esta tostada! -Y di un golpe en la mesa-

-Que cosas tienes Alex...¿Cómo te tengo que decir que no se habla con la boca abierta? -Me dijo mamá sin ni si quiera mirarme.

El sabor de la mantequilla y mermelada se mezclaba con la amargura de la casa, amargura que dejó el empanado de mi padre cuándo abandonó a mi madre para irse con una suiza que podría perfectamente pasar por mi hermana.

Creo que nunca podré guardarle rencor a mi madre por ponerse borde a veces (o por enviarme a un centro de menores sin previo aviso) sé que en mi ve el reflejo de mi padre y de el lio que ha dejado atrás. Si hay que joderse hay que joderse, como dice mi abuelo. Aunque creo que mamá ha sacado el hábito de beber de él.

-Me llamó Carmen el otro día -Comenzó a hablar mientras cortaba zanahorias. -Seica que te vio con su nieto, y con el...el niño que le murió el padre hombre -Movió un brazo cómo buscando las respuestas en el aire.

-Ah Diego -Le di un bocado a mi tostada- Yo no sabía ni que existía esa señora, pero mu' maja.

Sí, si -Asintió- Pues Diego, el rubito, esta mañana que iba llendo para misa lo vi en la plaza y iba caminando con el nieto de Carmen. Se me acercó y me dio una cosa para ti -Se limpió las manos en el mandil.

Dejé de masticar y tomé un sorbo del zumo de naranja, siguiéndola con la mirada.

-¿Para mi? ¿Y me lo dices ahora? -Me levanté.

-Y te lo digo cuándo puedo Alex -La escuché hablar desde el salón. Me limpié la boca y la seguí.

Se puso a rebuscar y de su bolso sacó un colgante.

-¿Ahora te juntas con él? -Preguntó mirándome.

-Cogí el colgante en mis manos- ¿Hum? -Volví a mirarla-

-Tú sabes que ese chico es...homosexual ¿No? Su tía Erminda es la que te denunció, Alex.

-Sí sí mamá -Le respondí y corrí a mi habitación cerrando la puerta. Me tumbé en la cama mirando al colgante, era una horterada. Una bola de disco, literalmente.

Al otro lado de la acera (boyslove)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora