Capitulo-3 La madre de mi hijo
Caiden Remilton
Tengo un hijo, que tiene mis mismos ojos. No lo puedo creer, es decir sé lo que pasa cuando no usas el gorrito y toda las advertencias de Garret sobre las cazafortunas y como debíamos protegernos. Pero el culpable soy yo por lo que recuerdo claramente y no la pelirroja; mi pelirroja de los sueños, gruño. Me niego a pensar que la chica sea una arpía que tuvo un hijo mío por dinero. Y la otra parte que me enfurece es que nunca me busco y claramente yo tengo derechos.Son tantos sentimientos que me embarcan que no sé ni cómo aguanto esta cena de mentiras. Leila incluso se esmera más de lo debido en la actuación; yo pensé que le contaría la verdad a su familia, pero por lo que veo creo una burbuja romántica que no puedo romper cuando los señores Stuart me sonríen como si fuera un Dios, más aún cuando les digo mi profesión.
Me doy cuenta en seguida como ignoran a Lili con mi pequeño; incluso cuando se excusa para irse y hacen de Leila el centro de atención.
Quiero perseguir a esa pelirroja y hacerle tantas preguntas; pero en cambio aprieto mis puños viéndola marchar, mientras su nombre se queda en mis labios.
- Yo también me despido señores Stuart el almuerzo estubo muy bien pero hoy tengo entrenamiento de temporada- me excuso después de un rato .
- ¡Claro hijo! Haces bien hay que entrenar para ser los números uno- el padre de Leila me apoya y su madre también. Me despido de ambos y mi falsa prometida me sigue hasta el carro.
Nada más ponemos un pie fuera de la sencilla mansión de los Stuart aparto su brazo antes de gruñir hacia ella.
- Se acabó el Oscar.
- ¿, Podría ir por tú casa está noche?- Leila pestañea cómo si eso la hiciera ver coqueta.
- Está noche voy al club con los chicos- declaró sacando las llaves.
- Pero Kiara...- intenta rebatir nombrando las palabras de mi relaciones públicas y la freno.
- Me importa un carajo Kiara- abro la puerta del conductor de mi Lamborghini negro y siento el peso de una mirada lo que hace que mis ojos vallan hacia las ventanas, donde la encuentro ahí, con esos ojos verdes hipnóticos.
Maldita sea
Es como una bruja del encanto. Se esconde al ser pillada por mí, cuando le sonrió para luego callar a una Leila parlanchina.
- Está bien- cedo en un suspiro- Ven al club está noche y trae a tú hermana, ya te pasaré la dirección.
- ¿Mi hermana?- pregunta confundida y emocionada porque cedí. Lo que ella no imagina es que no fue por sus postizas pestañas.
La dejo con la palabra en la boca y me siento en mi auto cerrando la puerta y acelero alejandome del lugar.
Conduzco tal y como me gusta; y el aire me relaja, así como el sonido de uno de mis autos favoritos, ya que poseo una colección. Los autos son mi segundo hobie después de follar y el béisbol claro está.
Conecto el manos libres y le marco a mi mejor amigo y compañero de equipo Stefan Hilton el primera base el cual me contesta al tercer tono.
-¿Qué tal brou, 911 para la cena?- me recibe su burla.
- Muy gracioso, pero no. Peor aún, tengo un hijo- suelto de golpe sin darle muchas vueltas.
- Tienes que estar bromeando. No me jodas-
- Así como lo oyes-
- ¿No estás jugando conmigo?- la voz de mi amigo suena sorprendido por la seriedad de mi tono.
- Para nada, y adivina quién es la madre.
- No me digas que preñaste rápido a Leila-
- Su hermana- gruño - Y mi hijo tiene tres años.
- ¿Qué?. Joder tío, tienes que estar bromeando- suspira Stefan del otro lado- ¿Y estás seguro que es tuyo ? Ya sabes lo que dice Garraet, puede ser una cazafortunas.
- Nah, es la pelirroja.
- Doble mierda- dice mi amigo igualando el sentimiento. Él sabe cuánto me marcó esa mujer cuando lo admití una vez borracho como una Cuba. Posiblemente sea la única mujer que dejo una huella en mí después de mi madrastra. Pero no quiero pensar en la última, ya que mis nudillos se cierran y la oscuridad lucha por apoderarse de mí.- ¿Qué piensas hacer?
- Ni idea, solo sé que necesito hablar con ella. Por eso invité a Leila está noche al club y extendí la invitación para que la traiga.
- ¡Estás loco brou, a los chicos no les va a gustar tener a Leila alrededor en la noche de diversión!
-Lo sé, pero no sé me ocurrió otra cosa. Sé que lo que te voy a pedir es un sacrificio, pero podrías encargarte de ella está noche.
- Ok brou- suspira Stefan- Pero me deberás veinte por aguantar a tú prometida- se burla.
Y es que todos en el equipo odian a Leila, solo la toleran por Garraet y Kiara; los cuales impusieron su presencia y claramente por mí. Aunque saben que yo tampoco la aguanto.
Cuelgo la llamada despidiendome de Steve, y una vez llegó a mi penthouse, saludo a mi amigo fiel que corre hacia mí ladrando, para luego ducharme y prepararme para la noche.
Solo espero que ella venga y no huya, porque si no tendré que perseguirla; y no seré tan bueno cuando la tenga entre mis brazos.
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"Mi cuñado es el papá de mi hijo"
RomanceLissa fue a las Vegas cuando tenía 18 años e hizo la mayor estupidez del siglo de entregarle su virginidad a un desconocido y regresar con lo que sería su mayor regalo nueve meses después. Tres años más tarde esos ojos grises se aparecen en su casa...