Caidan Remilton
Los labios de la pelirroja eran tal y como los recordaba, suaves, mordibles, deliciosos. Del tipo adictivos que un hombre jamás podría olvidar. De un tono rosa natural, que se escondía detrás de un buen pintalabios. Esa mujer era fuego puro y maldita sea si no se terminaba quemando. Ya me imaginaba las mil y un maneras de tenerla de rodillas rodeándome la polla con ellos y esa mirada inocente, que cambiaba de color con cada empuje.
Joder
Podría correrme como un puto puerto con tan solo la imaginación y los recuerdos que lo atormetan. Ella sin dudas debe sentir lo mismo, si no no hubiera correspondido a ese beso inmediatamente con tanta entrega.
Pero entonces se alejo huyendo que era lo mejor que sabía hacer últimamente. Lastima que ella no supiera que Caidan Remilton no es de los que acepta un No por respuesta. Pero lo primero, era tratar de acercarme a mi hijo sea como sea.
En mis planes no estaba ser padre en absoluto y más por mis antecedentes, me da terror ser un padre de mierda como la mayoría de los Remilton. Por eso pese a todo debo intentarlo, aún cuando su madre me aleje, solo me queda una opción para acercarme al nene, seguir con el juego de la boda falsa.
- ¡Remilton son diez vueltas por andar en las musarañas!- ruge el entrenador trayendome a la realidad.
Stefan ríe desde el banquillo y le doy mi dedo corazón, con mi mayor mirada de muerte, mientras me levanto del pasto a cumplir la orden.
Hoy el entrenamiento se basaba en la resistencia, ya la próxima semana sería descanso para el primer juego en la temporada en Texas. Y tendría menos tiempo para idear un plan.Pero eso cambia cuando saliendo del entrenamiento se cruza en mi camino Kiara, la relaciones públicas del equipo. Envuelta como siempre en uno de sus perfectos trajes de bleiser, tacones, pelo negro en cascada. Y mirada gatuna. El dolor de cabeza de Jake nuestro tercera base.
- Hola Caidan. Solo pasaba a recordarte que mañana tienes la sesión de fotos con Laila basada en la temática del compromiso.
- Cómo usted diga jefa - le hago una reverencia y ella pone los ojos en blanco.
- Estoy hablando en serio Remilton, está es tú última oportunidad sabes lo que está en juego.
Ignoro sus palabras y me alejo cuando Jake nos alcanza, tirándole una de sus clásicas bromas a la mujer que la pone como una fiera. La mayoría del equipo sospechamos que ya se habían liado pero por su historial mujeriego le terminó rompiendo el corazón a Kiara al día siguiente volviendola la perra que es hoy. Nada comparado a como cuando empezó a trabajar aquí. Era todo dulce y buena en una manada de hombres masculinos llenos de testosterona y líos que ella debía solucionar.
Pase a ducharme y salí del estadio abriendo mi móvil, ignorando los veinte mensajes de Leila, sobre que me extraña y que sé quedó con las ganas de ir a mi apartamento después del club. Podría haberla llevado, pero mi mente estaba en cierta pelirroja.
Ni si quiera cuando dos rubias se arrimaron ofreciendome un trío me animé. Culpaba eso al fuego de la persecución. No porque me importará, es solo la madre de mi hijo.
"La cual está bien buena por cierto y te la quieres volver a follar"- me recuerda mi conciencia.
En fin primero lo primero.Me pongo modo acosador y la busco en Instagram, pero no aparece y eso me cabrea, pruebo con otras redes sociales y nada, ni si quiera vinculada a Leila.
Por lo que voy por el plan B.
Arranco el auto y llamo a Leila poniendo el manos libres.
- Hola cariño- su voz chillona me recibe al segundo tono seguida de un llanto de un niño.
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"Mi cuñado es el papá de mi hijo"
RomanceLissa fue a las Vegas cuando tenía 18 años e hizo la mayor estupidez del siglo de entregarle su virginidad a un desconocido y regresar con lo que sería su mayor regalo nueve meses después. Tres años más tarde esos ojos grises se aparecen en su casa...