Lili Stuart
- Entonces - suspira Harry manejando el auto cuando salimos del restaurante llamando mi atención - Caidan es algo particular.
- Dirás imbécil egocéntrico. No tienes que ir al estadio sabes? -
- Para nada cariño, no me perdería está oportunidad por nada. Son los Dovers - suelta emocionado como un niño pequeño con un nuevo dulce y no se cómo me librarme de esto.
- Sí claro - le quitó hierro al asunto como si me diera igual y el me sonríe situando una de sus manos en mis muslos desnudos.
Debería exitarme o sentir malditas mariposas que sé yo. Llevo tiempo de sequía pero mi cuerpo traicionero no se prende. Ni si quiera cuando me da esa sonrisa cómplice y en un semáforo intenta subir más arriba. Pero lo detengo en un impulso.
- Mejor déjame en mi casa, estoy cansada.
Bravo Lía tremenda excusa de mierda. Así es como me siento como la última palabra. Seguro Caidan está follando ahora mismo con mi hermana y yo aquí negandome con mi novio.
- Ok cariño como quieras, mañana tendremos tiempo para nosotros -
Harry es tan comprensivo que duele. Este es el hombre que me merezco.
El trascurso a casa es en silencio y cuando llegamos, me despido con un corto beso y lo veo marchar. Para ir directo hacia mi habitación. Me quedo un rato esperando a ver si Leila regresa pero eso nunca pasa y es como si mi corazón se estrujara de manera inexplicable.
Joder qué me pasa.
No es hasta más tarde que me renuevo en mi cama que mi teléfono vibra con un mensaje de Caidan.
Espero que Potter halla sabido quitar ese vestido tal y como yo lo quería hacer....
Me siento como un resorte y lo leo de nuevo. Antes de que pueda responder algo llega otro.
O quizás no llegaste a nada porque estás pensando en mí dulsura.
Maldito egocéntrico
Es como si tuviera el ego por las nubes.
Jodete Remilton
Tecleo como respuesta y tiro el móvil a un lado obligandome a dormir.
#
Despierto en la mañana con un cuerpecito abrazándome que me saca una sonrisa. Su cabello me hace cosquillas en los ojos mientras me llena de besos la cara.
- Días Nani - suelta con esa vocesita tan tierna que me derrite el corazón y hace que lo abrace bien fuerte contra mi cuerpo sacándole una sonrisa.
- Buenos días cariño- beso sus mejillas y me aparto para verlo bien. - ¿Qué haces aquí?
Sus ojos
- La tía Duna me trajo porque te extrañaba mucho-
- Ah sí? -
Asiente abrazandome con sus manitas.
- Yo también bebé, mami siempre te extraña.
- Menos mal que lo traje ya que parecía una cotorra diciendo nani- Duna se adentra en mi habitación tomando a mi niño para hacerle cosquillas.
- Hiciste bien-
Ambos reímos
Duna cuida a mi hijo mientras me ducho y me visto y quedamos con Harry para desayunar en el centro comercial.
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"Mi cuñado es el papá de mi hijo"
RomansaLissa fue a las Vegas cuando tenía 18 años e hizo la mayor estupidez del siglo de entregarle su virginidad a un desconocido y regresar con lo que sería su mayor regalo nueve meses después. Tres años más tarde esos ojos grises se aparecen en su casa...