Nuevos miembros de la familia

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[13/1/2015]

Al día siguiente el viento soplaba suavemente, las hojas de los árboles resonaban por la granja, era un día lluvioso. Hazel se despertó más tarde de lo habitual ya que la noche anterior no pudo apenas dormir.

Al despertarse y ver la hora en un reloj antiguo colgado en la pared la pelirroja bajó a la planta baja a desayunar y allí se encontró con Eleanor y Javier.

- Buenos días - les dijo Hazel a ambos.- ¿Dónde están los demás?

-Buenos días.- respondieron los 2

- Débora está con Dylan dando clase, no quiere que se olvide de lo que aprendió en el colegio y los demás han ido por los alrededores a ver si cazan algo y si encuentran comida. - Dijo Eleanor.

- Si sales fuera abrígate que está lloviendo.- Dijo Javier cambiando de tema y con una sonrisa.

-Gracias.- Respondió Hazel.

Hazel salió a tomar aire fresco y como a ella desde pequeña le encantaba la lluvia aprovechó el clima de ese día para mojarse.

Mientras esta saltaba bajo la lluvia Eleanor y Débora la vieron y salieron a fuera a divertirse junta como en los viejos tiempos. El pequeño Dylan decidió que hacía falta un poco de música así que sacó la radio y puso un disco de ABBA y se puso la canción Dancing Queen.

Un poco después comieron todos juntos unos huevos revueltos y mientras comían hablaron sobre que tenían que ir a buscar comida, ya que con la llegada de Elaia y Alice la comida y las provisiones se gastaban más rápido. Quedaron en que Hazel y Elaia iban a ir en coche a un pueblo que estaba a unos 20 minutos en coche.

Elaia conducía el coche ya que ella era dos años mayor que Hazel, por lo que tenía su carnet de conducir. En el camino hablaron sobre sus vidas y de los planes que tenían para el futuro, en ese nuevo mundo claro.

- A mi me gustaría "casarme", o hacer algo por el estilo en esta nueva realidad. Y tener hijos, un niño y una niña más específicamente - dijo Hazel.

- A mi no me gustaría casarme, yo soy un alma solitaria - añadió Elaia riendo.


Cuando llegaron al lugar aparcaron cerca de la puerta principal para que les fuese más fácil llevar las cosas hasta el coche.

Cuando cogieron todas las provisiones necesarias las llevaron al coche. Justo cuando iban a arrancar Hazel vio una caja que se movía un poco. Al percatarse de esto avisó a Elaia y decidieron salir del coche a ver que era.

Al acercarse a la caja vieron a tres pequeños cachorros, parecían ser borders collies, pero no estaban seguras porque eran muy chiquititos. Elaia, que era voluntaria en un refugio de animales estimó que los cachorritos tenían entre dos y tres meses. La madre no estaba por ningún sitio.

Les pareció muy extraño que alguien hubiese abandonado a los tres perritos en una caja en medio de la nada

Ninguna de las dos estaba dispuesta a dejar a los pequeños solos, pues les podía pasar cualquier cosa.

Al llegar a la casa quisieron darle una sorpresa al pequeño Dylan, pues este siempre había querido tener un perro.

Al verlos Dylan no se lo podía creer.

- ¿Son para mi? - preguntó Dylan con mucha ilusión.

- Pues claro, los tres para ti - contestó Elaia muy feliz.


Débora fue a darle las gracias a Hazel y Elaia, ya que su hermano se iba a divertir mucho con los perritos. También iban a ser útiles para la caza, así que los perros habían venido muy bien.

Lo siguiente era escoger un nombre para cada uno de ellos. Los tres eran machos.

Dylan escogió el nombre de Marley para el de color canelita, los chicos eligieron colacao para el de color negro y blanco. Las chicas eligieron Brownie para el marrón y blanco.

Se tiraron el día entero jugando con ellos, eran muy juguetones.

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⏰ Última actualización: May 09 ⏰

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