—No me hagas esto, Suguru...
—Aléjate, Satoru.
—Eres lo único que tengo... ¡joder, eres lo único que quiero!
—¡Aléjate!
Satoru sintió su garganta desgarrarse al gritar, quedándose apenas sin habla. Estiró su brazo en dirección al frente para poder alcanzar al pelinegro pero la multitud de la calle no le permitía apenas avanzar, optó por empujarles pero los transeúntes parecían hechos de piedra. El albino dirigió ambas de sus manos a su garganta mientras gritaba, rogando que su amigo dejara de darle la espalda mientras se alejaba de él.
—¡Suguru, por favor!
Gojo abrió los ojos, percibiendo como una traviesa lágrima se deslizaba sobre su pómulo derecho lentamente. Suspiró aliviado, todo había sido un sueño.
Se retorció en la cama de derecha a izquierda mientras que torpemente se tapaba con la manta hasta las mejillas, pestañeó un par de veces y con el índice de su diestra limpió la lágrima.
—Joder.
Un sueño donde su mejor amigo le abandonaba apáticamente era como una patada en el culo o incluso peor, aunque lo más confuso era intentar entender porqué su mente había maquinado esa especie de tortura somnífera en vez de ayudarle a descansar por las noches. Perezosamente y percibiendo como un sudor frío estaba impregnado en su espalda, el blanco estiró su brazo hacia la mesita de noche donde dejaba reposando su teléfono móvil: 05:46, Gojo sabía que no iba a poder conciliar más el sueño así que quiso resolver la duda que revoloteaba su mente y buscó a través de su teléfono: ''Qué significa soñar con que te abandonan''. Después de estar casi dos minutos viendo los algo incómodos resultados que internet le ofrecía, apagó el teléfono y reposó su antebrazo en sus ojos queriendo ocultarse de los perezosos rayos de sol matutinos que se colaban a través de la ventana de su habitación.
De repente la puerta de la habitación chirrió abriéndose ligeramente, el menor apartó su brazo y giró los ojos hasta buscar un culpable; nada menos que sus dos gatitos invitándose a entrar algo despreocupados y serenos, uno de ellos bostezando. Eran dos felinos; uno con un pelaje largo y níveo acompañado de unos ojos celestes, mientras el otro portaba un pelaje corto algo que le hacía parecer más esbelto color carbón, junto con ojos afiladamente verdes. Evidentemente, Gojo no pudo evitar recordar el día que los adoptó simplemente porque le recordaban a él y a su azabache amigo, enviándole una foto al contrario mientas le decía ''nosotros''. Los animales saltaron cariñosamente a la cama del albino y se acobijaron junto con él, dispuestos a dormir mientras su dueño los mimaba gentilmente. ¿Habría algo que no le recordara a Suguru últimamente?
''Esto ya es preocupante''
Mientras el adolescente se sumergía en sus pensamientos con la vista clavada al techo y ambas de sus manos acariciando a sus mascotas, su teléfono empezó a sonar indicando que alguien le llamaba. Alejó su diestra del felino blanco el cual no dudó en protestar y alcanzó el dispositivo.
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Delegado [Satosugu]
RomanceSuguru Geto empieza el año escolar con toda la motivación posible por sus calificaciones y futuro estudiantil, queriendo ser el alumno estrella del instituto. Aunque su mejor amigo Gojo Satoru parece que no va a ponérselo tan fácil. Mientras, ambos...