Wanda Maximoff es un imán para atraer las enfermedades. Al nacer debió someterse a un trasplante de corazón, pues el suyo tenía graves problemas. Antes de cumplir un año ya había sufrido de varicela, sarampión, meningitis y otitis, esta última al menos dos veces. Al año y medio una fiebre la dejo en cama durante semanas. Los doctores les dijeron a sus padres que no viviría, pero Wanda lo hizo. A los cuatro años los doctores determinaron que su trasplante de corazón estaba siendo rechazado por su organismo. A los cinco se sometió a otro trasplante. A los siete le extirparon una parte del páncreas, lo cual la obligó a recibir dosis diarias de insulina. A los once su corazón fue rechazado nuevamente, y esto indicó otro trasplante. A los doce Wanda estaba deprimida, así que sus padres la llevaron al psicólogo; no es extraño que le diagnosticaran algo también: Asperger. A los quince Wanda dejó de asistir a la escuela y comenzó a recibir educación en casa, pues su madre llego a la conclusión que lo mejor para ella. A los dieciséis Wanda estaba más deprimida que nunca, sin amigos y escuchando música a alto volumen mientras miraba por la ventana de su habitación, saludando a la señora Marta durante las mañanas. Y, como siempre, vino otro problema: los riñones de Wanda comenzaron a fallar. Recibió varias donaciones, pero todas fueron rechazadas al instante. Es así como Wanda terminó viviendo de diálisis tres veces a la semana. Pero eso no era todo... Su corazón, de nuevo, estaba siendo rechazado.
Luego tenemos a Natasha Romanoff, una niña que solo había sufrido un par de resfriados en su infancia. Cuando su abuela, Martha Romanoff, murió y su madre heredó la casa por la única hija, Natasha debió decir adiós a su vida en el hermosa Rusia y decir hola a la ciudad de Miami. Los primeros días fueron difíciles; siempre lo son. La escuela fue difícil también. Allí no tenía amigos, y el ya tener diecisiete años, estar en el último curso y ser una chica no muy dada de hacer amistades fácilmente la hizo sentirse como una persona solitaria y deprimida durante los primeros meses. Luego, sin saber cómo, conoció a Yelena y Kate, y su vida dio un giro drástico. Podría decirse que Natasha era feliz... Lo era hasta que un chico, Tony, comenzó a acosarla y ella terminó confesándole su más grande secreto solo para que la dejara en paz. Sí, Natasha era lesbiana. Yelena y Kate no se alejaron de ella, pero eso no evitó el monto de burlas que comenzó a recibir, y así fue como Natasha se convirtió en una joven deprimida que, al llegar casa, se encerraba y lloraba en su habitación... Hasta que vio a la chica de ojos avellana que la miraba desde la casa vecina.

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La chica de la ventana (WandaNat)
Romance"Wanda es un imán para atraer las enfermedades. Natasha es una imán para atraer a Wanda" Historia escrita por: @AllysonDeVil Adaptación Wandanat por @Katelena712forever