𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐

‧͙⁺˚*･༓☾ 6 𝑠𝑒 𝑓𝑢𝑒́ ☽༓･*˚⁺‧͙

𝐻𝑦𝑢𝑛𝑗𝑖𝑛

Después de haber visto a Felix, todo había cambiado. Ahora, anhelaba verlo de nuevo y sentir su dulce aroma a fresas. Una inquietud crecía en mi interior y no podía dejar de pensar en él. Cada pensamiento estaba lleno de la imagen de Felix y la conexión que habían sentido.

Cada momento que pasaba sin su presencia se volvía más difícil de soportar. Quería volver a verlo, hablar con él y experimentar una vez más la calidez de su cercanía. Su dulce olor a fresas se había arraigado en mi memoria y se convirtió en un anhelo constante.

No podía concentrarme en mis entrenamientos ni en mis labores diarias en la manada. Cada pensamiento estaba ocupado por la presencia de Felix y el deseo de verlo nuevamente. Sin embargo, sabía que no podía simplemente encontrarme con él, por más que lo deseara.

No quería lastimarlo. Después de todo, esa fue la razón por la cual me alejé de él. No podría soportar que algo le pasara.

Desde el momento en que lo vi, supe que era mi destinado, mi alma gemela, mi Omega. Me sentía muy emocionado. Sin embargo, solo tenía 6 años cuando se lo conté a mi mamá. Ella quedó en shock al saber que mi alma gemela era el hijo de la Luna.

Ella me contó la profecía, dejándome sorprendido. ¿Cómo podía ser posible que mi destino fuera la persona a la cual debo matar y que por esa misma unión hemos nacido? No tenía sentido, y sigue sin tenerlo.

Cada día que pasaba, el conflicto en mi interior se volvía más intenso. Por un lado, estaba el profundo deseo de estar con Felix, de experimentar la conexión que sentíamos y de explorar nuestra relación como almas gemelas. Pero por otro lado, también existía el temor de la profecía y de las consecuencias que podrían surgir de nuestra unión.

Me encontraba en una encrucijada, tratando de encontrar una solución que pudiera desafiar la profecía y permitirnos estar juntos sin poner en peligro nuestras vida.

La sensación de peligro y la urgencia de ver a Felix inundaron mi ser. Mi corazón latía rápidamente mientras una inquietud crecía dentro de mí. Algo no estaba bien, y mi intuición me decía que Felix estaba en peligro.

Sin perder más tiempo, comencé a correr en dirección a su manada se que sería peligroso estar hay pero eso no me importaba,Cada paso era impulsado por la urgencia de asegurarme de que estuviera a salvo. Mi mente se llenaba de imágenes y pensamientos apremiantes mientras continuaba mi carrera.

Al llegar, no sentía el olor de Felix, así que me transformé en mi forma humana para no llamar la atención y empecé a caminar alrededor de las personas.

- ¿Te enteraste de lo de Felix? - dijo una voz.

- No, ¿qué pasó?

Me giré en dirección a esas voces. Era un grupo de chicos que parecían estar hablando sobre Felix.

_ Se fue al oeste ayer por la tarde en busca de un brujo, creo.

_¿De un brujo? ¿Para qué?

_ ¿Cómo sabes eso? _ preguntó uno de los chicos.

_ Lo escuché hablar de eso con Bangchan antes de irse _ dije mientras daba una mordida a una manzana _ Bangchan iba a acompañarlo, pero Felix dijo que iría solo y que también no podía dejar a su omega solo y no sé qué otras cosas.

No necesitaba escuchar más. Salí corriendo en dirección al oeste, determinado a encontrar a Felix y descubrir por qué estaba buscando a un brujo en un lugar tan lejano. Mis pasos eran rápidos y decididos, impulsados por la preocupación y el sentido de urgencia.

Mientras me adentraba en el camino hacia el oeste, la ansiedad y el temor se entrelazaban dentro de mí. ¿Por qué Felix había tomado la decisión de buscar a un brujo? ¿Qué era lo que estaba buscando resolver o qué peligro estaba enfrentando?

Mis pensamientos se agolpaban en mi mente, pero seguía adelante con determinación. Cada paso que daba me acercaba más a mi destino, movido por el deseo de encontrar a Felix y asegurarme de que estuviera a salvo.

No me detuve ni un instante a descansar. La noche estaba cayendo y aún no encontraba a Felix. La desesperación empezaba a apoderarse de mí.

De repente, un fuerte olor a frutillas llamó mi atención. Era el aroma distintivo de Felix, pero algo no estaba bien. Sus feromonas estaban tan fuertes y descontroladas. Sin embargo, eso no fue lo único que captó mi atención, sino otro olor, el inconfundible olor de otro alfa.

Mi corazón se aceleró, sintiendo un nudo en la garganta. ¿Quién carajo era ese alfa? La rabia comenzaron a apoderarse de mí. Me moví rápidamente en dirección a ellos

Al llegar, vi a Felix en su forma lobuna, agachado y asustado contra un árbol, mientras el otro alfa se acercaba a él . Mis sentidos se llenaron de rabia. Sin pensarlo dos veces, salté frente a Felix, dejándolo atrás de mí para protegerlo.

Mi acto desafiante provocó que el otro alfa se detuviera y me mirara con sorpresa.

- ¡Aléjate de mi Omega - gruñí, mostrando mis colmillos y desafiando al otro alfa _ ¡Quien carajo te cres para acercarte a mi Omega!  _dije acercando al el

El otro lobo retrocedió rápidamente, mostrando signos de agitación y dificultad para respirar. Parecía haberse desconcertado o debilitado al estar cerca de mí. Me acerque un más dispuesto a pelear, pero se dio la vuelta y se alejó rápidamente del lugar.