𝑺𝒆𝒎𝒑𝒊𝒕𝒆𝒓𝒏𝒐

‧͙⁺˚*･༓☾ 11 𝑚𝑖𝑒𝑑𝑜 ☽༓･*˚⁺‧͙

El corazón de Hyunjin latía con fuerza en su pecho, la preocupación y el miedo se apoderaban de su mente mientras escrutaba cada rincón de la cueva en busca de cualquier rastro de Felix. La sensación de vacío que lo embargaba era abrumadora, haciendo eco en su ser con una intensidad desconcertante.

El aire frío de la cueva parecía cargar con una tensión palpable, aumentando la sensación de urgencia de Hyunjin por encontrar a su Omega desaparecido. Cada segundo que pasaba sin noticias de Felix lo llenaba de angustia y desesperación, impulsándolo a actuar con rapidez y determinación para descubrir qué había sucedido y dónde se encontraba su amado Omega.

Con la mente y el corazón en un torbellino de emociones, Hyunjin salió de la cueva, con el corazón en un puño y los sentidos alerta
La oscuridad de la noche y el sonido ensordecedor de la lluvia en el exterior creaban un escenario de incertidumbre y tensión, pero Hyunjin estaba decidido a encontrar su Omega, donde quiera que estuviera.

Felix (minutos antes)

Desperté exaltado con sentimiento raro que Desperté sobresaltado por una sensación extraña que nunca antes había experimentado. El estruendo repentino de un rayo resplandeció en la cueva, iluminando brevemente el espacio a mi alrededor.

La sensación persistía, cada vez más intensa y desconcertante. Sin darme cuenta, me encontré de pie en la entrada de la cueva, sintiendo como si algo o alguien me atrajera con una fuerza inexplicable. Una luz brillante destellaba en la distancia, irradiando una energía poderosa y desconcertante que me mantenía en vilo. Aunque la sensación no era del todo reconfortante, me vi caminando hacia esa luz resplandeciente, como si mi cuerpo actuara por una voluntad propia.

Mis pies descalzos se llenaban de barro al avanzar entre las ramas y las piedras afiladas del suelo, pero nada podía detener mi avance. La luz radiante me atraía intensamente, como un imán que me empujaba hacia ella con una urgencia irresistible.

La lluvia caía con intensidad, acompañada por truenos retumbantes que resonaban en todo el bosque, envolviendo el entorno en una sinfonía de sonidos naturales. El chaparrón generaba un telón de agua que oscurecía aún más la noche, mientras los relámpagos destellaban en el cielo, iluminando fugazmente el horizonte.

Hyunjin

Emergiendo de la cueva en medio de la intensa lluvia, me encontré con un escenario desconcertante. La tormenta parecía cobrar vida propia, con truenos retumbantes y lluvia torrencial que dificultaban mi intento de rastrear el olor de Felix en medio de ese caos natural. Una sensación de desesperación y miedo se apoderaba de mi lobo, amplificando la urgencia de encontrar a mi Omega perdido.

Cerré los ojos para concentrarme en los sonidos y olores que me rodeaban. El olor a lluvia, el eco de las gotas golpeando la vegetación, los latidos acelerados de mi corazón y, finalmente, el inconfundible aroma de Felix.

Mis ojos se abrieron de golpe y me lancé en la dirección de su olor. Cada paso hacia él parecía una eternidad, como si el tiempo se ralentizara en un afán desesperado por alcanzarlo antes de que algo malo sucediera.

Finalmente, llegué a su lado justo a tiempo de verlo caminar hacia un acantilado, hipnotizado por una luz brillante.

_¡¡Felix!! _ Grité su nombre con todas mis fuerzas mientras lo agarraba con fuerza, atrayéndolo hacia mí en un gesto desesperado de protección.

El impacto nos hizo caer hacia atrás, con Felix temblando en mis brazos, aferrado a mí en busca de consuelo.

La luz repentina se desvaneció, llevándose consigo la extraña energía que había perturbado nuestra realidad. Reconocí esa sensación, ese brillo, como la primera vez que conocí a Felix, desatando una certeza aterradora en mi interior.

Felix levantó su mirada para mirarme y sus ojos estaban de un color plateado brillante. Ahora no tengo la menor duda de lo que está pasando, pero ¿por qué estaba sucediendo esto ahora? No tendría que pasar aún, faltaba para que pasara.

La profecía de las lunas está pasando.