Obito desde niño siempre fue excluido, en casa, en la escuela e incluso por su propio clan. Era un niño hiperactivo, le gustaba correr por todas partes y comer ramen sin parar, podía hacer tres misiones sencillas en un día y seguiría con suficiente energía para hacer carreras con kakashi. A pesar de ser huérfano sabía muy bien que sus padres lo habían amado, aunque Lo único que tenia de sus padres era una vieja fotografía y unas cuantas cartas que escribieron para el antes de irse.
Tenía pocos amigos, tres en realidad. Rin, Guy y Kakashi, ellos hacían que su vida no fuese tan mala. Aun así nunca se sintió en un hogar, en casa no era muy querido pues su tío Fugaku solo quería a Itachi y Sasuke qué eran sus verdaderos hijos y aun así tampoco era que los trataba muy bien, a él y a Itachi los entrenaba de maneras un poco crueles.
Hoy había cumplido 21 años. Las cosas habían cambiado a su alrededor, sería el próximo Hokague, la aldea lo trataba bien y lo más importante era que Rin había aceptado salir con el. Aunque solo acepto porque se aburrió del rechazo de Kakashi ya que este se habia declarado gay y fue cuando Rin se dio cuenta de que nunca en su vida tendría una oportunidad con el. Kakashi Hatake estaba saliendo con Iruka, fue algo inesperado pero Obito les dio sus felicitaciones.
Fue su cumpleaños, Rin le hizo una fiesta y a decir verdad la paso bien. Bebió hasta ya no poder más y se fue a su habitación, miraba el techo mientras pensaba. Eso fue hace un año, sus planes de ser Hokague se retrasaron un poco porque quería viajar un poco antes de estar atado a la aldea y Aun estaba en sus planes hacer un par de misiones antes de ser nombrado Hokague, "Para despedirme de la adrenalina" fue lo que le dijo a Tsunade.
— Si tanta adrenalina quieres, te enviare de infiltrado. — anuncio Tsunade, con esa típica sonrisa esperando que la respuesta de Obito fuese negativa y escandalosa.
— Noo ¡qué aburrido! No tendré nada de emoción ni adrenalina! Además será aburrido solo recolectar información!— se empezó a quejar.
— Recuerda que son ninjas rango S, el Jefe de ellos podría darte misiones peligrosas no? Tendrás la adrenalina que quieres. Aunque haciendo cosas un poco ilegales... — Murmuro lo último.
— Esta bien, supongo que será emocionante. Cuando iré?
— Dentro de dos días, necesito crearte una identidad y algo de mala fama por allí, consiguete una máscara, no puedes ser reconocido. — Le dijo dándole una palmadita en el hombro.
Obito paso el resto de la tarde creando su propia máscara, hizo un par de intentos qué no le gustaron, hasta que dio con una máscara con un diseño en espiral y un agujero para un solo ojo, se la probó y tras verse varios segundos en el espejo, le encantó. La pinto naranja y la guardo en su bolsa.
Se despidió de Rin y de Kakashi, la castaña no lo quería dejar ir pero no tenía otra opción a si que se despidió en la entrada de la aldea con un beso y Obito le prometió volver pronto para estar con ella. Rin estaba planeando su boda para después de la ceremonia de Hokague de Obito.
Se puso la máscara y vago por un par de días, hasta tener alguna señal de Akatsuki y para su sorpresa lo encontraron más rápido de lo que pensó. Un par de chicos con aquellas capas que tenían sus características nubes rojas. Uno era moreno y alto, de ojos verdes que llevaba una máscara y el otro era bastante más bajo con una piel tan blanca como la nieve, un cabello platinado qué brillaba con la luz del sol y unos ojos violetas qué lo miraban con curiosidad.
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Camino incorrecto. // Tobidei
RomanceObito es mandado en una misión para infiltrarse en Akatsuki, ¿como es posible que un grupo de 'asesinos sin corazón' le den el hogar y la calidez que nunca conoció en Konoha? ¿Será el 'Camino incorrecto' el que lo haga feliz?.