Parte 4: El profenador.

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Nota de Autor: Perdón por no poner nada la semana pasada, no sé si alguien extrañó la actualización, están siendo días feos. 

*

La luz del alba bañó con un suave resplandor dorado los dormitorios en los que dormían los habitantes de Inazuma, o al menos los de aquellos que dormían con las persianas levantadas y cortinas corridas o carecían de ellas.

La alarma del reloj de Fudou sonó temprano, como tenía costumbre. Se despertó de un ágil salto con la esperanza de haber vuelto a la normalidad, pero al ver las manos pequeñas y el pelo rosa que se escurría por sus hombros hacia delante, se dio cuenta de que seguía atrapado en un cuerpo que no era el suyo.

Gruñó y le dio un puñetazo de frustración a la pared, logrando únicamente hacerse daño en la mano Luego respiró profundamente y se levantó haciendo frente al pizco de amargura yde decepción que se alojó en su estómago. Tras cambiarse de ropa se dirigió hacia la cocina para comenzar con los preparativos de aquel día, debía cocinar la comida de ambos para todo el día y los aperitivos para el Club de Fútbol.


Cuando Kirino despertó, Fudou llevaba ya dos horas levantado y se disponía a salir de casa para dirigirse a la Escuela.

"Veo que seguimos igual," bostezó el adolescente desde el cuerpo de su vecino sin demasiada lucidez todavía, él tenía un despertar lento. "Nos queda bien la trenza," observó entonces fijándose en que su pelo estaba recogido en una bonita trenza en vez de sus dos coletas habituales.

Su tutor solo le gruñó de vuelta y él se despidió con una risita relajada.

El adolescente atrapado en el cuerpo del adulto vio como el otro se marchaba de particular mal humor. Comprendía los motivos que su tutor tenía; pero él se sentía divertido, no porque la situación lo fuera per se, sino que de alguna forma había algo gracioso, como una ironía del destino.

Luego de cerrar la puerta tomó el móvil para escribir un mensaje y fue a desayunar dando un fuerte bostezo

Entonces, mientras masticaba con música de fondo, pensó en aquello, aquello que de alguna forma le parecía divertido. Se llevó el dedo a los labios unos instantes ensimismado; justo antes de que el cambio ocurriera había deseado que Fudou pudiera ver lo que él veía de Kidou, que pudiera ver un poco más desde su perspectiva y en aquel momento Fudou veía literalmente a través sus ojos. ¡No le quedaba otra que ver las cosas como él! Literalmente.

Cuando terminó su desayuno se aseó y se vistió, en unos minutos debía ir a recoger a los cuatro perros que Fudou paseaba cada mañana y luego debía hacer la compra de la semana para la anciana señora Chiba.

En verdad el día anterior se lo había pasado muy bien, y le parecía que aquel día sería igual de bueno. Solo esperaba que su vecino tuviera la misma buena suerte en clases.

-

Fudou caminó sintiendo una pulsación de mal humor crecer en sus sienes, realmente creyó que al despertar aquel día todo habría vuelto a la normalidad. La situación era tan absurda e ilógica que solo podía esperar que se resolviera de aquella forma tan estúpida como todo lo demás.

Pero seguir un día más en el cuerpo de su vecino adolescente era una señal inequívoca de la incertidumbre de aquel tiempo que se cernía sobre ellos.

¿Qué podía hacer para volver a la normalidad? ¿Cuándo ocurriría aquello? Si con tan solo un día había ocasionado tantos problemas al sustituir a Kirino, ¿qué ocurriría en adelante?

No era todo malo, era consciente de que después del día anterior deseaba volver a ver Kidou en clase de matemáticas y en el entrenamiento. Pero eso era parte de su mal humor, ¿por qué era tan patético? Ni siquiera era su cuerpo.

A través de mis ojos [KidouxFudou / Side RanTaku]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora