ᴀʟᴍᴀ ᴇɴ ᴇʟ ᴠᴀᴄíᴏ

Vigilia de Estrellas 🍂

La noche se despliega, un lienzo infinito de misterios,
y yo, su humilde admirador, me sumerjo en su profundidad,
cada estrella, un faro de historias antiguas,
de leyendas que se cuentan en el susurro del cosmos.

En esta vigilia nocturna, el tiempo pierde su dominio,
las horas se disuelven en la majestad del firmamento,
y me encuentro flotando, ligero de pesares y de cargas,
en la inmensidad que me rodea, que me acoge en su seno.

Las constelaciones son mis guías, mis mapas celestiales,
navegando por ellas, descubro rutas de luz en la oscuridad,
un paseo sideral que me lleva de la mano,
a través de galaxias lejanas, de nebulosas que son cunas de soles.

Aquí, en mi vigilia, me hago uno con la noche,
mis ojos se abren a lo que el día me oculta,
y encuentro en cada parpadeo de luz, un eco de la eternidad,
una promesa de que hay algo más, algo más allá.

La brisa nocturna, cómplice de mis pensamientos,
juega con mi cabello, me acaricia con dedos fríos,
mientras la luna, en su silente travesía, esboza una sonrisa,
iluminando mi vigilia, mi pequeño ritual de quietud.

Y aunque solo, no estoy solo, pues la noche está viva,
cada estrella es un compañero, cada planeta, un amigo distante,
y en esta comunión cósmica, siento una paz inquebrantable,
una conexión con todo lo que fue, lo que es, y lo que será.

Así, rodeado por la noche y su corte de estrellas,
mi corazón canta una melodía que solo el silencio puede escuchar,
una canción de gratitud, de maravilla, de reverencia,
ante la belleza insondable de este universo en el cual me encuentro.

Y cuando finalmente, el alba se acerque con sus dedos de luz,
cerraré mis ojos, llevando conmigo el resplandor de la noche,
sabiendo que, en mi vigilia de estrellas, he tocado algo divino,
y que ese algo divino, de alguna manera, también ha tocado mi alma.