HECHIZADO

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Corría, corría sin mirar atrás mientras pequeñas ramas se incrustaban en sus ropas y que valientemente las apartaba aun si estás tenían espinas, no sabía dónde estaba o como había llegado ahí, solo debía correr y alejarse de aquel loco atrevido que momentos antes había irrumpido en su habitación y lo había casi abusado -segun el bicolor-

No sabía dónde estaba, solo sabía que aquel verde tan claro producto de la luz lunar reflejada en las hojas era muy hermoso como para ser de este mundo, o qué aquellas flores que adornaban los jardines que curiosamente estaban intactos en medio de la nada se veían muy bien cuidados, se detuvo un momento para recuperar fuerzas, demonios ¿tan lejos estaba ?

Se detuvo en un claro donde había una pequeña cascada que cruzaba un río muy bonito para su gusto, su madre solía visitar muchos pasajes exóticos cuando visitaban otros reinos por que le parecia muy hermoso el como la naturaleza creaba paisajes tan maravillosos, llegó a su mente el recuerdo de él y sus hermanos jugando en aquel campo de rosas azules en ese reino extranjero a escondidas de su padre mientras su madre los buscaba con desespero, ninguno de los cuatro hermanos sabía en ese entonces que el menor de todos era alergico a dichas rosas y fue asi como todos excepto el pequeño bicolor de ocho años -que había caído en cama debido a su alergia descubierta - terminaron castigados por desobedecer y hacer preocupar a su madre siendo escoltados por los guardias personales de sus padres en todo momento en lo que duró aquel viaje

No pudo evitar que pequeñas lágrimas asomarán en sus pequeños ojos bicolores, las mismas que fueron limpiadas bruscamente por la manga del menor  -¿Donde estoy? hace demasiado frío y me duelen los pies- se lamento como el pequeño príncipe que era -Touya, tengo miedo- dijo a la nada mientras sentia como el sentimiento agridulce de su hermano dando su vida a cambio de la suya llegó a su mente y simplemente dejó que su corazón desbordará todo aquel sentimiento de dolor, de pérdida, de soledad que hasta ahora a sido consciente que necesitaba, deseaba liberarse de toda aquella tristeza que de manera inquebrantable azotó su ya agrietado corazón

-Mamá, ya nadie va a cocinarme como lo hacías tú, Papá, nadie va a regañarme por no comer mis verduras y no saberme los parlamentos del juzgado- lágrimas llenaban aquel rostro que lucía con una expresión adolorida

- Fuyumi, me dijiste que me enseñarías a tejer, queria regalarte una bufanda de color rosado para tu vestido favorito- más lágrimas y llantos acompañaron esa dura noche -Natsuo, no me enseñaste como comportarme con las damas de la corte- recordó con una alegría amarga a su hermano -Touya- su voz no puedo evitar romperse a este punto - aún me dan miedo las noches - y pequeños sollozos que se convirtieron en gritos llenaron todo el lugar

-¡Por qué me dejaron, yo debí morir, no ustedes! ¡No por mi!- grito mientras más lágrimas salían de sus ya cansados ojos -¡Que se supone que debo hacer! ¡Como sobrevivir si ya no tengo a nadie a mi lado!- dijo con la voz ya ronca después de tanto gritar - deberia morir y simplemente dejar de existir - dijo más para si que para alguien más

No fue consciente de los pasos a sus espaldas ni tampoco fue conocedor de aquella sombra que lo cubrio de la luz de la luna y solo basto alzar la mirada para encontrar un par de ojos rubies que lo miraban con un brillo muy singular 

-Si vas a matarme matame ya, mi vida de por si ya es miserable, mi familia murió, mi reino está destruido, no tengo ni dinero ni nada por el estilo, solo matame, ya no quiero seguir así - le dijo mientras se levantaba y se acercaba al extraño rubio que curiosamente no se había movido de su sitio en cuanto lo vio ahí sentado y solo lo miraba con un extraño brillo en su mirar

-Solo aquellos que han tocado fondo en esta vida son los más valientes y difíciles de alcanzar cuando esten en la cima-  le escucho decir con una voz algo más grave de lo normal mientras movía pequeños colgantes que tenía en su pecho y observo como se sacaba uno de los tantos que tenía y se lo extendía hacia el, al parecer quería que lo tomara

Solo somos tú y yo Donde viven las historias. Descúbrelo ahora