Después de un debate político agotador, Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez decidieron tener una cita en un restaurante italiano exclusivo en el corazón de la ciudad. Ambas mujeres necesitaban un momento de calma y privacidad para reconectar y dejar de lado las tensiones políticas que las habían envuelto en los últimos días.Sin embargo, a medida que se acercaban al restaurante, la ansiedad de Claudia comenzó a crecer. Cada mirada furtiva y cada susurro en la calle la llenaban de temor, temiendo que alguien las reconociera juntas y pusiera en peligro su secreto. Su corazón latía con fuerza mientras entraban al restaurante, manteniendo la compostura ante los ojos curiosos de los comensales.
Durante la cena, la tensión entre ellas era palpable. Claudia se esforzaba por mantener la guardia alta, preocupada de que sus gestos cariñosos o sus miradas complices pudieran delatar su relación. Mientras tanto, Xóchitl, consciente del estado de ánimo de Claudia, se sentía cada vez más incomoda y herida por la falta de confianza de su pareja.
Finalmente, en un momento de silencio incómodo, Xóchitl rompió el hielo con una voz suave pero cargada de emoción.
Xóchitl: "Claudia, sé que estás preocupada por lo que la gente pueda pensar si nos ven juntas, pero no puedo seguir viviendo en las sombras. Nuestro amor merece ser celebrado, no escondido".
Las palabras de Xóchitl resonaron en el aire, atravesando el corazón de Claudia como una flecha. Una mezcla de remordimiento y tristeza la invadió mientras se daba cuenta del dolor que estaba causando a su amada. Las lágrimas amenazaban con emerger en sus ojos mientras luchaba por encontrar las palabras adecuadas para responder.
Claudia: "Lo siento, Xóchitl. No quiero que te sientas así. Pero debemos ser cautelosas. Nuestras carreras políticas están en juego y no podemos arriesgarlo todo por nuestro amor".