Estocolmo (Arlefuri Omegaverse)

Jaula Helada (capítulo 1)

Furina despertó poco a poco... Su cabeza le dolía y su cuerpo estaba tan frío como caliente era el infierno. Sintió que tenía mucha menos ropa de lo que recordaba, entonces recordó su encuentro con la heraldo Fatui. Abril sus ojos y lo primero que observó fue una ventana con gruesos barrotes de metal. Tan pronto como vio esos barrotes se alarmó, nieve entraba por aquella ventana, no estaban en invierno, lo que solo podía significar una cosa. Estaba en Sneznaya, la nación con el invierno eterno.

Furina: Sneznaya!!??- grito mientras se levantaba de donde estaba recostada.

???: ah!!!- un grito se escuchó a su costado derecho- tengo que decirle a Padre!!

Furina volteo rápidamente a su derecha para ver como un chico rubio le había dado la espalda y había comenzado a correr. Padre? Se refería a Arlecchino, tenía que ser ella, después de todo fue la última persona que vio, de seguro la iba a asesinarla,o peor, torturarla. No quería eso. Debía escapar, pero como? No tenía a ningún conocido en Sneznaya, eso sí lograba escapar, intento levantar se, tenía que saber más acerca de su situación. Cuando se levantó sintió algo en su tobillo derecho, una grillete aprisionaba su pierna, ahora le era imposible escapar. Resignada decidió acercarse a la ventana y esperar lo peor, aunque sea disfrutaría del bello cielo estrellado de Sneznaya antes de cualquier cosa.

Antes de que pudiera saberlo empezó a llorar. Primero fueron lágrimas silenciosas mientras observaba la bella aurora en el cielo, luego comenzaron los gimoteos y finalmente un llanto desconsolado. Su vida era horrible, sus padres nunca la quisieron por ser Omega, su único consuelo, su hermana Focalors, se sacrificó para que ella pudiera vivir, después de la muerte de Focalors sus padres la obligaron a fingir ser ella para obtener la herencia de su abuelo. Pasó incontables penurias, tragedias y horrores, solo para que fuera capturada por un heraldo Fatui, debió hacerle caso a Neuvillete cuando tuvo la oportunidad, ahora solo le esperaba desgracia.

Arlecchino: por que lloras? Lady Furina.

Al escuchar su nombre todo su mundo se derrumbó, alguien aparte de su familia sabía la verdad? Su vida estaba arruinada definitivamente. La iban a chantajear, eso seguro.... Las lágrimas solo pudieron volver a brotar. No quiso voltear su mirada, sabía quién estaba allí, lo olía perfectamente, cigarro y rosas. Ni siquiera notó cuando la puerta de su celda fue abierta, ni cuando los pasos de la mayor trataron de llamar su atención conforme se acercaba. Un escalofrío recorrió todo su cuerpo cuando la sota tomo su brazo derecho con el propio y con su mano izquierda tomo su mandíbula obligándola a verla a los ojos.

Furina: Porfavor!! No me tortures!! Mátame!! Pero lo me tortures!! No dije nada en tres años porfavor!!!

Arlecchino: por que lloras?- uso su voz de alfa para hacer que furina le obedezca- habla.

Furina: por... Por.... Que te interesa!!?!?- la menor decidió recurrir a su único recurso, su actuación- soy Focalors de Fontaine!! Cuando mi familia se entere estarás acabada!!!!

Arlecchino: tu piel está helada- dijo soltado a la menor- dentro de tres días serás llevada a otra celda, hasta entonces- dijo mientras se acaba su abrigo- trata de mantenerte con vida... Lady Furina.

Furina: soy Focalors!! Furina murió hace cinco años!!!- Arlecchino le tira su abrigo en la cara- que?

Arlecchino: dí lo que quieras lady Furina, se muy bien que no eres Focalors- dijo dándose la vuelta y cerrando la celda- nos veremos en la mañana.

Furina estaba confundida, iría a otra celda? Seguro sería a una cámara de tortura... Tenía tres días para prepararse totalmente... Pero no pudo pensar más por el terrible frío que entraba por la ventana. Se acurrucó en una esquina y se tapó completamente con el abrigo de Arlecchino, era su única opción si no quería morir de frío. En algun momento, antes de quedarse completamente dormida, comenzó a olfatear el abrigo. Cigarros y rosas, una combinación peculiar, no le desagradaba para nada. Aquel olor la calmó a tal punto que cayó tranquilamente en los brazos de Morfeo.

Mientras tanto Arlecchino caminaba por los pasillos de la prisión, estaba acompañada por Fréminet y dos gemelos, lyney y Lynette. Sus niños la seguían sin decir una sola palabra, no deseaban interferir con los pensamientos de su padre. Finalmente llegaron a una celda, que tenía un aspecto demacrado y sucio en comparación con la de furina. Allí había una pequeña alfa, de la misma edad y complexión de furina. Ella era perfecta para los planes de Arlecchino.

Chica: padre!! Gracias a los arcontes estás aquí!!- dijo mientras se acercaba a los barrotes para que Arlecchino pudiera verla y viceversa- me incriminaron!!

Arlecchino: lo sé, por eso vine a sacarte personalmente- por supuesto fue ella quien ordenó que la incriminaran- ponte esto y vamos a dar un paseo, como padre e hija-dijo mientras dejaba una bosa de papel con ropa adentro.

Chica: por supuesto padre!!