La Decisión (capítulo 7)

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Furina recordaba cómo sus verdaderos padres, los tres sirvientes del Paladis Mermonia, le contaban la historia de una pequeña Omega que era rescatada por un alfa en una armadura brillante, luego el alfa marca al Omega y se van felices a vivir lejos del reino malvado. Pero entonces la Omega Princesa del reino malvado quiera que el caballero alfa sea solo para ella, pero el caballero solo tenía ojos para su Omega, nada ni nadie podrían separar a la pareja. Furina lo pensó un rato... Tenía una cama comoda, una enorme tina, ropa hecha a medida, y más juguetes de los que tuvo en toda su vida. De verdad estaba en un estado tan crítico? Estaba secuestrada si, pero probablemente estaba viviendo mejor que con su familia. Y justo ahora le estaba dando uno de los mejores cortes de carne que había probado jamás, la carne estaba un poco(demasiado) cruda, pero Arlecchino también estaba comiendo de ella.

Arlecchino: pensé que te quejarias por la carne- dijo mientras cortaba un trozo de carne para furina- no te voy a castigar asi que dime.

Furina:tu comiste antes que yo...- dice para después comer el trozo de carne que le ofrecía Arlecchino.

Arlecchino: era para que supieras que no tenía veneno- vio que furina intento hablar- no hables con la boca llena.

Furina:-traga el trozo de carne- veneno? Porque tendría veneno?

Arlecchino:(hoy está muy sumisa, demasiado sumisa) te secuestre? Cualquiera pensaría que tú comida tendría veneno.

Furina: me secuestraste, me castigas te, por eso no creo que me quieras muerta... Ya he visto como matas- dice para después tomar jugo- además.... Si muero no perdería nada.

Al escuchar eso Arlecchino rompe la taza de café que tenía en la mano, furina no perdería nada, pero ella perdería a SU Omega. Su mano se había cortado con los trozos de la taza, la sangre comenzó a correr llegando hasta la nariz de furina. Entonces la menor conecto los hilos, no era estúpida como su familia creía, Arlecchino era posesiva con ella. Decir que no perdería nada cuando si muriera fue un error, tanto que Arlecchino rompió la taza que tenía en la mano. Sin darse cuenta la menor había comenzado a llorar, Arlecchino se alarmó ante eso ¿Ayer le había afectado a tal punto? La mayor se limpió la mano y quitó cualquier trozo o astilla de la taza.

Furina: perdón!!

Arlecchino: no te...- furina había tomado su mano lastimada- hum?

Furina: te lastimaste por mi culpa- acerca la mano de Arlecchino a su cara- lastimé a mi Alfa con lo que dije...

Que la llamara así, y lo que hizo después de eso, dejó a Arlecchino con la guardia completamente baja. La había aceptado tan rápido ¿Solo con un día de tortura? Imposible de creer, aunque no tanto como lo que furina estaba haciendo en ese momento. La menor había comenzado a lamer las heridas de Arlecchino, despertando en la mayor un nuevo fetiche, tal vez intentaría hacer lo mismo con furina después.

Arlecchino: que haces?

Furina: cuido a mi alfa... No... No te gusta?

Furina lanzó un ataque letal cuando vió directamente a los ojos de Arlecchino, la mayor no aparentaba nada, pero Furina descubrió un claro sonrojo en sus orejas. Furina había tomado una decisión, sería el Omega de Arlecchino, pero la sota tendría que ser su Alfa. Tal vez con el tiempo pueda llenar el vacío que siente. La mayor tomó las mejillas de furina con sus palmas y le dió un profundo beso. Ahora la desconsertada era furina ¿Que significaba eso?

Arlecchino: veo que aprendiste tu lección- dijo después de romper el beso- te ganaste un premio.

Furina: un premio?

Arlecchino: espera aquí- dijo mientras esposaba a furina de pies y manos- ya regreso.

Furina se levantó y se dirigió hacia la montaña de juguetes que tenía, más temprano en la mañana mientras Arlecchino preparaba el desayuno había observado los juguetes. Encontrado desde muy simples hasta unos bastante caros. Pero lo que le interesaba era un juego infantil para omegas de "amas de casa" era algo inapropiado para esos tiempos, pero a furina le resultaba realmente útil. Abrió la gran caja y sacó una pequeña escoba, un pequeño recogedor y un pequeño trapero. Rió un momento por lo que estaba apunto de hacer, nunca antes había podido juagar con juguetes, mucho menos ese tipo de juguetes.

Furina: la~ la~ lala- cantaba en voz baja mientras limpiaba los restos de la taza y el café- no quiero cortarme los pies... Sería demasiado pedirle un par de pantuflas? El piso está muy frío para vivir así todos los días.

Fréminet:( no está intentando escapar? No hay puertas que impidan su huida)

Fréminet estaba junto a la puerta de la habitación Arlecchino, aún no habían reparado las puertas, así que había estado allí, después de ser atendido por un accidente relacionado con los gemelos, esperando para frustrar cualquier intento de escape. Pero eso nunca ocurrió.

Notas del autor: como están? Espero que bien.

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Estocolmo (Arlefuri Omegaverse)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora